La conexión barcelonesa

El 24 de diciembre de 1985 fue asesinado por un comando de los GAL el ciudadano francés Robert Caplanne, quien no tenía ninguna relación con ETA o los círculos de refugiados vascos en el sur de Francia.La policía francesa inició entonces una laboriosa investigacion que condujo a la identificación del autor material del atentado, Javier Rovira, y la detención del resto del comando en España. La policía española detuvo tiempo después a Javier Rovira, José Luis Fariñas, Jorge Porta, Carlos Pedemonte y Carlos Laborda. Todos ellos, a excepción del último, serían condenados por esta acción.

Algunos de ellos aseguraron que el jefe del comando era Ismael Miquel -actualmente preso en Tallandia-, un conocido confidente y colaborador de la Policía que logró huir de la redada policial gracias a una información que le facilitaron miembros del cuerpo sobre la investigación que estaban llevando a cabo.

Algunos miembros del comando habían militado con anterioridad en grupos de la ultraderecha catalana, especialmente en un gruspúsculo escindido del Frente de la Juventud.

Ismael Miquel figura en diferentes sumarios de Barcelona como colaborador de la Policía. Dos policías, Jorge Haro y Emilio Monge, testificaron a su favor en un juicio, lo que le valió salir sin cargo alguno de las acusaciones de tráfico de drogas.

Ismael Miquel era conocido como un asiduo colaborador de los policías de Barcelona Jorge Haro Guerrero y Emilio Monge. Las relaciones de Haro y Miquel surgieron en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, en la brigada antiatracos, cuando este grupo estaba dirigido por Francisco Álvarez, quien posteriormente sería nombrado jefe del gabinete de Información y Operaciones Especiales de la Dirección de la Seguridad del Estado.Fondos oficiales

Durante el mandato de Álvarez al frente de ese gabinete, los GAL cometieron la mayoría de sus atentados. Fuentes policiales relacionan algunas acciones con colaboradores de Álvarez en Barcelona. Significativa fue la detención en Francia del inspector Alfredo Gutiérrez Argüelles, miembro del grupo antiatracos de Barcelona, cuando intentaba secuestrar, junto con tres geos, a un miembro de la organización terrorista ETA a finales de 1983.

En el Juicio sobre el asesinato de Caplanne, José Luis Fariñas, el lugarteniente del ahora preso en Tm1andía, aseguró que el propio Ismael Mique] le había comentado en algunas ocasiones que las labores de vigilancia que desarrollaban en Francia suponíap "un gran favor a la policía y a la sociedad". Fariftas afirmó incluso que el dinero que recibían de Miquel procedía de "fondos oficiales".