Arde uno de los 39 tanques de gasolina que mantiene Campsa en el centro de Málaga
El incendio declarado durante la madrugada pasada en uno de los 39 tanques de las instalaciones de Campsa en Málaga, situadas en pleno casco urbano, pudo provocar una catástrofe en la ciudad. Los vecinos de la zona se percataron de que de uno de los depósitos de gasolina salían llamas y avisaron alarmados a los bomberos.
Los bomberos y los efectivos policiales hubieron de aguardar 15 minutos para penetrar en la fábrica, ya que se les prohibió la entrada en la empresa. El Ayuntamiento malagueño ha anunciado la adopción de medidas legales contra la empresa por este hecho, según anunció el alcalde accidental, Francisco Sánchez. La corporación también investiga cuál era la dotación de personal en el recinto cuando se produjo el incendio, ya que, según la información de que dispone, sólo se encontraba allí el portero.El incendio comenzó sobre la 1.00 en uno de los 39 tanques que hay en las instalaciones -donde se almacenan 100 millones de litros de gasolina- por causas desconocidas, según manifestó el gobernador civil de Málaga, Francisco Rodríguez Caracuel.
El gobernador se entrevistó ayer con el director general de Campsa, Roberto Centeno, desplazado urgentemente desde Madrid. El aviso dado por los vecinos impidió que el suceso tuviera consecuencias más graves, ya que el fuego no fue detectado por el sistema de alarma.
Los vecinos observaron una gran llamarada sobre el tanque y algunos trozos metálicos desprendiéndose por el fuego. Avisaron enseguida a los bomberos, que desplazaron cuatro camiones.
Tanque semivacío
El tanque incendiado estaba sernivacio. El combustible había sido trasvasado la mañana anterior, lo que facilitó que el fuego pudiera ser controlado antes de que se propagara a los depósitos colindantes, que sí estaban llenos.Los bomberos, junto a los servicios de apoyo de Campsa, actuaron en la refrigeración de los tanques próximos y lanzaron espuma sobre el que ardía, que quedó totalmente deformado y, en parte, derretido.
Pasadas las 3.00 horas la situación quedó controlada, sin que hubiera necesidad de evacuar a los vecinos de los edificios cercanos, que vivieron unas horas de alarma. Los vecinos realizaron en la tarde de ayer un corte de tráfico en la zona para exigir el traslado de las instalaciones de Campsa fuera del casco urbano.
El director general de Campsa se reunió también ayer con el alcalde accidental. Durante la reunión se trató del traslado de los depósitos. Las negociaciones al respecto comenzaron hace un año, aunque durante varios meses han estado paralizadas. La compañía aceptó finalmente en septiembre la valoración hecha por el Ayuntamiento para el traslado -4.000 millones de pesetas-, de los que Campsa tendría que aportar más de la mitad.
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