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Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La Sinfónica de Madrid recupera su historia

El Teatro Nacional La Zarzuela y Cajamadrid han patrocinado, la víspera de santa Cecilia, legendaria patrona de la música y los músicos, un concierto de la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigido por Antonio Ros Marbá. El programa, exigente y variado, combinaba la sinfonía Praga, de Mozart; el primer concierto pianístico de Luis de Pablo; las Metamorfosis, de Hindemith, y Muerte y transfiguración, de Strauss.Son dos siglos de historia de la música, desde Wolfgang Amadeo y su sinfonía de 1786 hasta Luis de Pablo y su Concierto, de 1980, pasando por la finisecular partitura de Muerte y transfiguración, basado en un poema de Ritter, de 1889, y el gran ejercicio orquestal hindemithiano de 1943, un verdadero juego sobre material tomado de la Turandot, de Weber, quien a su vez acudió a Raíneau para el motivo oriental del scherzo.

Orquesta Sinfónica de Madrid

Director: A. Ros Marbá. Solista: A. Giménez Attenelle, piano. Obras de Mozart, De Pablo, Hindemith y Strauss. Auditorio Nacional, 21 de noviembre.

No es fácil Hindemith; es extraordinariamente difícil resolver con calidad sonora, ligado tenso e intensidad expresiva el poema straussiano; y de Mozart no hablemos: se trata siempre de una verdadera piedra de toque.

Antonio Ros Marbá nos hizo escuchar en todos los casos una Sinfónica que vuelve a retomar su vieja historia, desde que Arbós la fundara a principios de siglo, en 1904. Nada más justo que la recordación del gran director español en el programa de mano a través de uno de sus textos autobiográficos. Por cierto no está de más recordar que sería bueno empezar a preparar la conmemoración del medio siglo de la muerte de Arbós, que se cumplirá el mes de junio del año próximo. Que vuelva a existir una Sinfónica en activo y con buena calidad me parece ya el mejor de los homenajes a la primera batuta española que anduvo en triunfo por todos los paises del mundo.

El Concierto con el que Radio Nacional conmemoró el 502 aniversario de Luis de Pablo es una de sus obras más relevantes. A pesar de la polirritmia y la politemporalidad, amén de otras complejidades estructurales internas, el resultado aparece sencillo, claro y bien contorneado, tanto en lo que se refiere a la escritura pianística como en lo que trata del diálogo con la diversificada orquesta.

Sin problemas

Alberto Giménez Attenelle, que es sin duda uno de nuestros mejores pianistas, logró hacer una verdadera creación de la obra: resolvió todos los problemas, que no son distintos a los de otros pianismos modernos, y puso en evidencia la sustancia viva, de feliz combinatoria armónico-tímbrica y de claro y abierto optimismo.En definitiva, el Concierto es la música del Luís De Pablo que retorna después de largos y plurales zarandeos por diferentes países del mundo. Ni el éxito le compensaba de la falta de integración en su medio. Está claro, como muchos defendimos públicamente desde el primer momento, que no hay ni conviene que haya mundos aparte en la música, y el éxito renovado de este concierto, al que correspondió desde su localidad el propio compositor, supone una nueva y definitiva confirmación.

Lo necesario es que, como en este caso, la versión por parte de todos aquellos que intervienen en el concierto (desde el solista hasta la orquesta y a los maestro) alcance los debidos niveles de calidad.

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