Mariano Rubio afirma que se puede alcanzar el objetivo de terminar 1989 con un 3% de inflación

"El objetivo de acabar 1989 con un 3%. de inflación a final de año es admisible si por parte de todos los agentes sociales se asume como tal", señaló Mariano Rubio quien está "convencido de que el presidente del Gobierno y el ministro de Economía, habrían preferido unos presupuestos con un menor crecimiento del gasto público, pero las prioridades políticas para satisfacer determinadas demandas sociales se han impuesto".La comprensión frente al gasto público por parte del gobernador del Banco de España, cuando hace unas pocas semanas había advertido de los problemas del fuerte crecimiento del gasto del Estado se debió, según fuentes cercanas al banco, "a que en la actualidad hay que señalar de forma clara cuales son los problemas de la economia española e impedir que la discusión se pueda desviar hacia otros temas".

Mariano Rubio fue bastante explícito en esto al señalar que para la política monetaria a desarrollar el año que viene habría sido preferible que hubiera menor gasto público, y por tanto menor déficit, pero que en cualquier caso si se aceptan como objetivos los establecidos por el Gobierno es factible alcanzarlos".

"La política monetaria se instrumentará de forma que se llegue a este objetivo aunque es cierto", continuó, "que existirán problemas con el Tesoro para la financiación del déficit". La economía española, apuntó el gobernador, creció el año pasado al menos el 5,5% que se ha indicado en el último avance del Instituto Nacional de Estadística "aunque la marcha de las empresas estudiadas por el banco emisor, que reflejan un crecimiento del 13% del valor añadido bruto sobre el ejercicio anterior, podrían apuntar a una tasa de aumento aun mayor cuando se elaboren los datos definitivos por el INE".

Peseta fuerte

La Administración, señaló Rubio, después de explicar las di ferencias entre la situación de la economía española hace unos años y la actual, ha optado dentro del objetivo de con trolar la inflación por un aumento de la concurrencia interna y por el mantenimiento de una peseta fuerte en relación al resto de las monedas, aunque ello pudiera afectar de manera negativa al componente exportador de la producción española, cuestión que, de todas formas, no está dejando sentir este tipo de efectos, al menos en los últimos meses.La necesidad de establecer una política de contención de los precios -"en la que deberían entrar las empresas reduciendo sus márgenes y no realizando subidas salariales excesivas"- constituye el eje básico para lograr, según Mariano Rubio, "mantener durante varios años un crecimiento económico menor que el de los últimos dos años pero en tasas altas y, sobre todo, de forma continuada en varios ejercicios".