El Ejército de Pakistán obligará a aceptar el resultado electoral
ENVIADA ESPECIAL, Pakistán es un hervidero político a sólo un día de celebrarse las elecciones generales que sellarán el fin de la era del dictador Zia Ul Haq. El Ejército se encuentra acantonado en los cuarteles, y sus efectivos están preparados para llegar a "cualquier parte del país que lo necesite", garantizar que las comidas de mañana se celebren en orden y obligar a todos los partidos a aceptar sus resultados, dijo ayer el jefe del Alto Estado Mayor del Ejército paquistaní, general Mirza Aslam Beg.
Nawar Sharif, líder de la Alianza Islámica Democrática (IJI) y actual gobernador de la provincia del Punjab, condenó radicalmente el llamamiento hecho por la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), Benazir Bhutto, a sus seguidores para que acudan a los colegios electorales aunque no tengan el carné de identidad que les da acceso a las urnas.Fuentes diplomáticas aseguran que el Ejército ha recibido órdenes de "disparar a matar para evitar con una dureza instantánea que las calles se llenen de sangre". Las fuentes añaden que aunque 11 años de régimen militar han vuelto a la población más cinica y menos dispuesta a perder la vida en defensa de sus libertades", no se descarta que si el PPP ve irregularidades e invoca su poder popular Pakistán atraviese un largo y violento período.
El PPP y la IJI, alianza que agrupa a la Liga Islámica y otros ocho partidos menores, son los partidos políticos mejor situados. Ayer, último día de la campaña electoral, los seguidores de uno y otro abarrotaron las calles y las carreteras del país, según pudo comprobar esta enviada especial a lo largo de los 400 kilómetros que separan Lahore (capital del Punjab) de Islamabad. Mientras en los mítines de la IJI puede verse todo el peso de la maquinaria oficial, los mítines del PPP están dotados de esa especie de populismo a lo peronista que les inculcó el derrotado y ahorcado primer ministro Zulficar Alí Bhutto.
Esta fuerza que evoca de nuevo un partido que sólo un mes atrás padecía una crisis de identidad que amenazaba con dividirlo es, precisamente, lo que atemoriza a los sectores más involucionistas del país. Observadores asiáticos aseguran que un alto mando del Ejército se entrevistó la semana pasada con el Tribunal Supremo vara advertirle´sobre la conveniencia de que hiciera obligatoria la ordenanza gubernamental -recurrida y ganada por el PPP- de exigir el carné de identidad para votar.
Las decenas de miles de votos que esta ordenanza resta al PPP puede acercar los resultados electorales de éste y los de la IJI; evita, quizá, la ya indudable mayoría absoluta del PPP y facilita que aunque este partido obtenga más votos se encargue a la UI a formar el nuevo Gobierno de coalición. La mayoría de los indocumentados se identifican con las bases obrera y campesina del PPP. Son analfabetos y no sabían que la posesión del carné es obligatoria desde 1973.
Benazir Bhutto, en el multitudinario mitin celebrado en Punjab el domingo, que terminó a las 4.30 del lunes (8.30, hora peninsular española), llamó "banda de ladrones" a sus contendientes. Les acusó de haber "explotado a los pobres" y de haberse enriquecido a costa de vaciar las arcas del país durante los 11 años del régimen de Zia.
Por su parte, Nawar Sharif acusó, en otro mitin multitudinario celebrado ayer en Lahore, al PPP de estar aliado con "los enemigos de Pakistán" y de tratar de "debilitar" la nación instigando a indios y judíos. La IJI, entre cuyos partidos se encuentra el integrista Jamiat i Islami, grita a los electores que no pueden estar dirigidos por una mujer porque eso va en contra de las enseñanzas del profeta Mahoma.
"Yo soy del PPP de Zulficar Alí Bhutto, pero no puedo votar a Benazir porque es una mujer. El profeta dice que las mujeres han de dedicarse a cuidar a sus hijos y no a asuntos políticos", afirma un taxista punjabí.
La actual Constitución paquistaní impide a una mujer ocupar la presidencia de la República Islámica de la Tierra de los Puros (Pakistán), pero no le veta ningún otro puesto político.
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