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EE UU advirtió a España hace meses que el motor de los F-18 registra fallos no rectificados todavía

Carlos Yárnoz

La Armada de EE UU (U S Navy) comunicó hace meses a las Fuerzas Aéreas españolas que los motores de los F-18 -uno de los cuales se estrelló el lunes cerca de Zaragoza- registran fallos y que no se ha encontrado la fórmula técnica de evitarlos, según informaron ayer fuentes oficiales. Los fallos se han detectado en aviones que han volado varios miles de horas, motivo por el cual en España -donde el F-18 más utilizado, tiene sólo algo más de mil horas de vuelo- no se dio excesiva importancia al aviso, si bien se reforzaron las operaciones de revisión de esos motores.

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El primero de los 14 previstos

Durante la jornada de ayer, los F-18 con base en Zaragoza -ahora hay allí 46 aparatos de ese tipo- efectuaron los ejercicios previstos. Hasta medía tarde, 13 aparatos habían realizado vuelos diferentes, según fuentes de la Sección de Operaciones del Ala 15, a la que están adscritos los 36 primeros F-18 que llegaron a España. La unidad está mandada por el coronel Carlos Hidalgo y el aparato que se estrelló a unos 15 kilómetros de Zaragoza el pasado lunes era el que llevaba el número 19 en su fuselaje.Del hecho de que los aviones siguieran volando ayer se desprende que el Mando Aéreo de Combate y el propio Estado Mayor del Ejército del Aire no han encontrado motivos suficientes de alerta técnica como para ordenar la permanencia en tierra de los aviones hasta que se aclare la causa que originó el accidente del lunes. La Navy -principal usuaria de los F-18 y que firmó el contrato de venta a España de los 72 aviones del FACA- tampoco aconsejó en su día la paralización de los aparatos.

En observación médica

El capitán Ignacio Azqueta, de 36 años, que pilotaba el avión en el momento del accidente, permanencia ayer en observación médica por los golpes que sufrió tras saltar del aparato en pleno vuelo. Azqueta sufre una policontusión y un esguince de columna, probablemente originado por el fuerte impacto que sufren los pilotos al salir al aire libre despedidos junto con el asiento y a una gran velocidad.En ocasiones, los pilotos pierden el conocimiento en estas situaciones, si bien el paracaídas se abre automáticamente y descienden lentamente hacia el suelo. El pronóstico del capitán Azqueta es menos grave, salvo complicaciones. Su padre, el general Luis Azqueta -quien dirigió la mayoría de los estudios que culminaron en 1982 con la elección del F-18 para España-, viajó ayer de Madrid a Zaragoza para visitar al piloto.

Según la versión inicial de Defensa, el accidente se produjo sólo un minuto después del despegue.

De las primeras palabras del piloto, se desprende que pudo fallarle uno de los dos motores del avión inmediatamente después del despegue, por lo que advirtió por radio a la torre de control que se disponía a regresar a la base para aterrizar. Segundos después, Azqueta observó que no controlaba el avión y, en los últimos segundos, siempre según Defensa, buscó una zona deshabitada para salir del avión y procurar que éste no cayera sobre casas o granjas.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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