Francia no podrá vender electricidad a Portugal a través de España

Los ministros de Industria de los doce conrirmaron ayer con cautela su intención de instaurar un mercado único de la energía en la Comunidad Europea (CE) en 1993, pero España logró suprimir de las conclusiones aprobadas un párrafo que hubiese permitido a la larga a Francia incrementar sus exportaciones de electricidad a Portugal a través de la red española.

El borrador de las conclusiones del Consejo de Ministros hacía hincapié en el interés de transportar energía entre dos Estados miembros a través de un tercero como medida para incrementar los intercambios y reforzar así el mercado único, pero Francia renunció a este párrafo conformándose con que la Comisión Europea sea encargada de elaborar un informe en 1989 sobre la cuestión.Al órgano ejecutivo europeo se le ha solicitado además que formule propuestas tendentes a ofrecer una mayor transparencia de los precios energéticos, una vieja reivindicación de España, que tiene sospechas de que los bajos precios de la energía nuclear francesa sólo se explican por las ayudas a la explotación que recibe el sector.

"Hay que acabar con la opacidad del sistema de precios y costes", afirmó el ministro de Industria, Claudio Aranzadi. "Nosotros sólo sabemos lo que nos cuesta la energía a nosotros", añadió, dando a entender que ignoraba lo que le podía costar a los demás socios comunitarios, aunque parece probable que en la mayoría resulte más barata que en España.

Actualmente, Francia exporta ya electricidad a Portugal a través de España, que la factura como una reventa y no como un mero tránsito a través de su red, según fuentes lusas. Aranzadi parece temer que si se fomenta el tránsito, este fenómeno se incremente en detrimento de un sector energético español que también ambiciona a la larga exportar a Portugal. "El mercado único y el tránsito no tienen por qué identificarse", insistió.

Mercado único

Las conclusiones adoptadas recalcan que el mercado único de la energía deberá "fortalecer la competitividad de la economía europa", pero son lo suficientemente generales para omitir pasar revista a las dificultades que existen para poner en pie ese mercado.

El obstáculo fundamental es el deseo de los Estados más desarrollados (Francia, el Reino Unido y Holanda) de poder así dar salida a sus recursos abundantes, mientras los pobres piden a cambio solidaridad. "El avance hacia el mercado interior energético", señala el Ministerio de Industria, "deberá hacerse con medidas paralelas que fomenten la cohesión".

Más fácil fue la discusión entre ministros sobre la necesidad de alentar a los pequeños productores de electricidad que utilizan energías renovables (solar, biotérmica, etcétera), que quedó recogida en una recomendación en la que se insta a las grandes redes de distribución a adquirir los excedentes de estos fabricantes ecológicos.

El Consejo no pudo, por último, ponerse de acuerdo sobre un informe de la Comisión sobre la industria del refino en el que se recomendaba "reforzar la complementariedad entre las regiones y la dimensión europea de las empresas".