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POLICÍAS EN EL BANQUILLO

Venero declara en el juicio de la 'mafia' policial que actualmente trabaja para el Ministerio del Interior

El joyero Federico Venero Herrero, cuyas declaraciones efectuadas hace tres años destaparon la existencia de una red de corrupción policial, manifestó ayer, en la primera sesión de la vista oral del juicio que se celebra por aquellos hechos, que actualmente realiza labores de información en la lucha antiterrorista por encargo del Ministerio del Interior. El propio Venero mantuvo una entrevista en Santander hace un año con Txema Montero, eurodiputado de HB, en el despacho del abogado del joyero, Antonio Sarabia, en medio de un fuerte des. pliegue policial. En este sentido, Montero manifestó ayer en Bilbao que se había reunido en dos ocasiones con Venero para tratar de esclarecer el asesinato de Santiago Brouard.

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Federico Venero, que fue el primero de los siete procesados en declarar, respondió afirmativamente a una pregunta del letrado José Emilio Rodríguez Menéndez, abogado de dos de los policías acusados en el caso, sobre si actualmente colabora en temas antiterroristas. El joyero, tras su lacónica respuesta, añadió: "Por razones de seguridad del Estado no puedo agregar más. Pero sí he colaborado". Inmediatamente, fue preguntado sobre si había mantenido una entrevista con Txema Montero, a lo que volvió a responder con un "sí" escueto. Entre los 78 testigos que, en principio, están citados a declarar en el juicio de la mafia policial se encuentra el actual secretario de Estado para la Seguridad y principal responsable de la lucha anti-ETA, Rafael Vera.El letrado Benito Huertas, abogado del herrero Salvador Fernández Veigas -quien está acusado de un delito de tenencia ¡lícita de armas en este sumario-, preguntó a Venero si era cierto que -había intercambiado información con dos agentes del servicio de información de la Guardia Civil -el cabo Alonso Otero y el teniente Fe¡jóo- sobre intenciones de la organización terrorista para aprovisionarse de armas. El joyero respondió afirmativamente.

Declaración exculpatoriaLa declaración de Venero sobre sus compañeros de banquillo, entre los que se encuentran, además del herrero citado, cinco policías, fue claramente exculpatoria para uno de ellos -el inspector Antonio Caro Fontanillo-, de no agresión para otros tres y de inequívoco signo delator para el quinto: Miguel Ángel Bercianos Torres, sobre el que pesa una petición de tres años de cárcel por tráfico de drogas. Venero Regó a señalar que fue el principal detonante para decidirme a hablar".

El letrado Manuel Tuero, abogado del inspector Victoriano Gutierrez Lobo, condenado a 29 años de cárcel por la desparición del Nani, preguntó a Venero si sentía miedo y por quién. El joyero nombró primero a los delincuentes que ha mandado a la cárcel con sus delaciones en tomo a los 40, según propias manifestaciones, y después a los propios policías. Sobre estos últimos hizo la siguiente reflexión en voz alta: "Yo a estos policías les he puesto en una situación muy comprometida. Yo también habría tomado mi venganza y lo consideraría justo".

"Acepto haber hecho las mayores perrerías del mundo, haber vendido toneladas de oro, pero no soy traficante de drogas porque es un mundo que detesto", añadió Venero, sobre el que pesa una acusación por tráfico de estupefacientes. El joyero declaró que el inspector Bercianos le había dado diversas cantidades de una sustancia supuestamente estupefaciente. Venero Regó a decir de aquellos paquetes que no creía que fueran droga, pese a los intentos de la fiscal María Pilar Martín Nájera porque se ratificase en declaraciones anteriores y en las que señala que el agente le dio heroína y cocaína.

El joyero Venero fue extremadamente benigno con el inspector Antonio Caro, de quien se convirtió en confidente a partir de 1981. Venero relató diversos servicios que hizo a Caro y señaló que el motivo de ese agente era eliminar la delincuencia". "Porque al final", dijo, "siempre se recuperaban las armas, los botines, se detenía a los delincuentes y nunca había violencia".

Respecto del inspector Victoriano Gutiérrez Lobo, afirmó que era "un caballero".

El abogado Alberto Domínguez Salgado, defensor del inspector Adelardo Rafael Martínez García, preguntó al joyero si era cierto que había habido un pacto entre él y la denominada brigada anticorrupción, en virtud del cual las acusaciones a los policías hoy sentados en el banquillo servirían al joyero a cambio de rebajas en las peticiones contra él. Federico Venero dijo: "Yo creo que no; y de hecho tengo seis y tres años colgando", añadió refiriéndose a una petición por tenencia ¡lícita de armas y a otra por tráfico de drogas.

Por otro lado, el abogado de HB Txema Montero declaró ayer en Bilbao que se ha entrevistado con Venero no en una sino en dos ocasiones, "en el curso de las investigaciones para intentar esclarecer el asesinato de Santiago Brouard". Las entrevistas fueron públicas y de ellas se hizo eco la prensa local. El abogado intentó averiguar si podía existir algún nexo entre la llamada mafia policial, puesta al descubierto por Venero, y el grupo de confidentes policiales que, según todos los indicios, perpetraron el 20 de noviembre de 1984 el atentado contra el líder independentista, informa Victorino R. de Azúa.

Juan José Rodríguez Díaz, el francés, único procesado hasta el momento por el caso Brouard, está acusado de haber suministrado las armas tanto a los asesinos del pediatra de Bilbao como a los atracadores de la sucursal del Banco Español de Crédito de la plaza de la Lealtad, en Madrid. Una de las implicaciones presuntamente delictivas de los policías juzgados en Santander es, precisamente, este atraco a Banesto cuyo botín no fue recuperado en su totalidad.

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