El Banco de España investiga las operaciones entre el Banesto y el antiguo accionista José Nonay
El Banco de España investiga las operaciones financieras entre el Banesto, el Banco Garriga Nogués y el Banco de Vitoria y José Nonay Villalba, que Negó a ser uno de los mayores accionistas del primero de estos bancos a principios de los años ochenta. La intervención de las autoridades monetarias se ha producido a raíz de las denuncias presentadas por Nonay a lo largo del presente año al servicio de reclamaciones del Banco de España. El reclamante denuncia numerosas irregularidades, y en especial exige que se verifique el número de acciones que ha poseído desde 1977 y manifiesta que «tiene pendiente de recibir del Banesto 615.911 acciones, que no le han sido entregadas, más ampliaciones y dividendos".
Fuentes del Banco de España confirmaron la apertura y tramitación de un expediente sobre el caso que en estos momentos se encuentra en la fase de alegaciones. El Servicio de Reclamaciones ha pedido documentación complementaria a las partes antes de elaborar un informe definitivo, pero advierte que no se pronunciará sobre las cuestiones que deben ventilarse ante los tribunales. En este sentido hay que recordar que a finales de septiembre pasado la Audiencia Provincial de Madrid admitió a trámite una querella criminal contra directivos y ex directivos del Banesto sobre este caso.En los tres escritos que ha presentado Nonay denuncia también "el cobro de intereses, muy superiores a los pactados" y la compra de títulos del Banesto mediante créditos de los bancos filiales Garriga Nogués y Vitoria, con la garantía de sus propias acciones del Banesto".
La concesión de créditos para adquirir acciones del propio banco ya se puso de relieve en el contencioso que Nonay mantuvo con el Banco Guipuzcoano hace varios años, cuando todavía era filial del Banesto.
Seis sentencias a favor
El 30 de noviembre de 1987 la Audiencia de Zaragoza confirmó la sentencia del Juzgado de Calatayud por la que se declaraba nulo un crédito de 150 millones de pesetas concedido en 1981 a José Nonay por el Banco Guipuzcoano, que se destinó a la adquisición de 118.000 acciones.
Se trataba de una acción pactada entre las partes por la que el Guipuzcoano recolocaba parte de su autocartera. Las partes habían acordado que si las acciones se vendían antes de tres años la operación no produciría beneficios ni perjuicios para nadie.
No obstante, el Banco Guipuzcoano vendió antes de que ,finalizara el plazo, en un momento de cotización baja, registrándose unas pérdidas de 56 millones de pesetas, cantidad que la entidad reclamó judicialmente a Nonay. La Audiencia Provincial de Zaragoza desestimó la demanda y condenó a pagar las costas al banco.
Paralelamente, el Banco Guipuzcoano presentó otra demanda por alzamiento de bienes contra José Nonay, que también fue desestimada repetidamente. por los tribunales. Primero por el juez de Instrucción en 1983, después por la Audiencia en 1984 y finalmente por el Tribunal Supremo el 4 de noviembre de 1987.
También el Banesto, Garriga Nogués y Banco de Vitoria pre sentaron una querella por alzamiento de bienes contra José Nonay por una donación de bie nes de éste a favor de su hija. La querella tampoco prosperó. Pero, curiosamente, fue la inves tigación judicial de este caso la que puso de relieve la existencia de un importante paquete de acciones de la familia Nonay que estaba descontrolado.
El auto del juez de Calatayud del pasado 1 de septiembre resolvía a favor de Nonay la donación que el banco había estimado como fraudulenta. El juez señaló que, según "el dictamen pericial elaborado por doña María Ángeles Lázaro Francia, el señor Nonay poseía 615.911 acciones del Banco Español de Crédito que no consta que se hayan enajenado fraudulentamente. Por todo ello", añade, "procede entender que en el momento de efectuar la donación el señor Nonay se reservó bienes suficientes".
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