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Hacer la historia de todos

Peter Burke, del History Workshop, habla en Barcelona sobre 'cultura popular'

Jacinto Antón

El historiador Peter Burke, profesor en Cambridge, miembro del grupo History Workshop y autor de Popular culture in early modern Europe (de inminente aparición en Alianza), se encuentra en Barcelona, donde ayer inauguró un ciclo sobre la cultura del Renacimiento, en el centro Pierre Vilar. Burke, que insiste en que el historiador "debe asumir todos los puntos de vista para hacer la historia", señaló en una entrevista con este diario la "enorme creatividad original" que los historiadores de la cultura popular han encontrado en las clases subalternas.

Esta creatividad es uno de los rasgos de la cultura popular que destaca Peter Burke, aunque advierte que la aproximación a esta cultura "a menudo no es muy halagadora, dado que es una cultura que a veces resulta obscena y cruel; no hay que idealizarla en absoluto". En este sentido, el historiador menciona los trabajos del norteamericano Robert Danton, un historiador en la línea de Carlo Ginzburg, sobre "la terrible crueldad del carnaval" y concretamente sobre los destripamientos de gatos en Francia.Burke, pese a señalar que se ha progresado mucho en la precisión de los conceptos al hablar de cultura popular, recuerda que no es ésa una cuestión sencilla. "Una primera definición sería: actividades, valores, mentalidades de la gente común expresados mediante símbolos, artefactos, acciones y vida cotidiana en general". Para el historiador, tanto cultura ("el problema es que no expresa algo absolutamente preciso, habría que entenderla en el sentido más amplio posible"), como pueblo ("no exactamente la clase trabajadora, sino diversos grupos de gente") presentan lagunas de definición.

"Mi tesis fundamental", explica, "es que no sólo las clases populares strictu sensu, sino todas las clases sociales del antiguo régimen [el campo principal de estudio de Burke son los siglos XVI-XVII] participaban de una manera o de otra, en un grado u otro, de la cultura popular. "Las formas de la cultura popular, todas sus formas, estaban abiertas a todo el mundo, lo que muestra una asimetría con la cultura erudita, sólo accesible a las elites. La nobleza, por ejemplo, participaba de modo pleno en las fiestas populares, en el folclore, en las canciones tradicionales. en los cuentos ... Resulta, incluso, que los niños de la nobleza accedían antes a esa cultura popular que a la propia de su clase".

Prendidos por la Inquisición

Al hablar de cultura popular el tema de los documentos es fundamental: "Casi siempre se trata de documentos indirectos; si conocemos canciones- folclóricas es porque miembros de la elite social las pusieron por escrito, y en cuanto a las actitudes religiosas populares, lo que hoy sabemos se debe a que algunas personas fueron prendidas por la Inquisición sospechosas de herejía". "Hay también ocasiones afortunadas", continúa Burke, "a veces se pueden encontrar prácticas ininterrumpidas a lo largo de períodos de 500 años o más: por ejemplo, en un museo arqueológico de Sicilia pude ver exvotos paganos de dos mil años y en una iglesia cercana esos mismos ojos, pies y manos hechos en plástico y ofrecidos junto al altar. Entonces el problema, el gran problema para el historiador, es determinar si el uso de esos objetos tiene exactamente el mismo significado o si éste ha ido cambiando"."El historiador tiene que ponerse en todos los puntos de vista para hacer la historia", dice Burke, "eso, por supuesto, es un ideal, pero hay que intentarlo". En este sentido menciona a Fernand Braudel, al que admira por "su don de captar las cosas como una totalidad".

El historiador señala que en los diez últimos años "ha mejorado nuestro conocimiento de la cultura popular fundamentalmente gracias a un estudio más preciso de los datos". Como trabajos en punta en este campo cita los del grupo de historiadores indios Estudios subalternos, que hacen la historia de su país, los de la última generación de la escuela de los Annales, y los del propio History Workshop. En la historiografía española observa "un mayor interés por esos temas".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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