Linda Mvusi
Una arquitecta que ganó el premio a la mejor actriz en Cannes
Linda Mvusi, de 33 años, es una mujer que habla con firmeza y esperanza sobre el futuro de su país, Suráfrica. A pesar de ser licenciada en Arquitectura y dedicarse a ello en Zimbabue, aceptó el reto de asumir uno de los principales papeles en la película Un mundo aparte, del director Chris Menge. Es el único papel que ha desempeñado como actriz y le valió, junto a las otras dos actrices principales del filme, el premio a la mejor interpretación femenina en el festival de Cannes de este año.
Linda Mvusi considera que en los países occidentales hay mucha ignorancia con respecto a los problemas en Suráfrica. Hasta el momento, las películas que se han difundido, como Grita libertad y Mandela, muestran, según ella, una visión paternalista y demasiado simplista de un problema mucho más profundo. "Esto sucede porque se trata de presentar problemas muy complejos de una manera muy simple", dice Linda Mvusi. "Las películas que se han hecho en Suráfrica han sido financiadas por empresas extranjeras y han sido hechas para un público occidental poco enterado de la situación. La gente en Suráfrica mira con cautela estos intentos. Sin embargo, es necesario que se hagan muchas más películas sobre el apartheid y se difunda mucho más ampliamente el problema", afirma."Chris Menge tuvo que convencerme de participar como actriz mientras yo le convencía a él de que adaptara a la película algunos puntos de vista de la situación en Suráfrica en los años sesenta por algunos que la vivimos", dice.
"Hay diversas manifestaciones, como el teatro, el arte y el diseño hecho por surafricanos, que no son conocidas. Ahora están empezando a salir a otros países y se han presentado algunas obras en Broadway y en Londres. Sólo la música africana se ha hecho conocida ahora en Occidente, porque es más fácil de distribuir".
"Yo he vivido en el exilio desde 1961, cuando mi familia fue obligada a salir de Suráfrica. Mi padre era catedrático de Bellas Artes en la universidad y mi madre era maestra. Ambos eran miembros del Congreso Nacional Africano (ANC), mis abuelos también lo fueron", prosigue. "He vivido gran parte de mi vida en diversos países africanos, y eso ha ampliado mi visión del mundo. Allá existe una invasión de cine de baja calidad y casi no se ve otra cosa. Lo que necesitamos son películas que nos hablen de experiencias humanas, íntimas, inteligentes", dice.
Ella estudió arquitectura en la universidad de Newcastle, en el Reino Unido. Tras licenciarse, trabajó en el Ayuntamiento de Londres. Actualmente vive y trabaja en Harare (Zimbabue), donde ha formado con otros profesionales un estudio de arquitectura y diseño. Allá colabora activamente con el departamento de arquitectura del ANC.
"En África tenemos una arquitectura trasplantada de Europa, que refleja los valores de sus culturas. En esta década ha empezado a destacar un nuevo movimiento de jóvenes arquitectos africanos que tratan de reflejar los valores de nuestra cultura con proyectos al alcance de nuestras posibilidades, modernizando la arquitectura tradicional".
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