El episcopado advierte sobre la ortodoxia de algunos modelos de Iglesia

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe ha expresado sus reservas sobre algunos "usos inadecuados de la expresión modelos de Iglesia". El documento, un extracto del cual fue dado a conocer ayer, constituye una advertencia implícita a comunidades de base y a algunos teólogos, en la línea de los textos salidos en los últimos meses de esta comisión, que prepara próximos informes sobre ecumenismo, ministerios y eclesiología.Los obispos encargados de la vigilancia de la ortodoxia advierten en el citado texto sobre la postulación de modelos diferentes y contrapuestos de Iglesia, surgidos de algunas interpretaciones del Vaticano II, y especialmente a aquellos sectores que creen poder construir modelos de Iglesia "completos y contrapuestos".

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe insiste, sin embargo, en que dentro de la Iglesia hay lugar para las "acentuaciones legítimas de la misma fe cristiana", pero ello no debe desembocar en posturas incompatibles "con la unidad en la diversidad".

Modelo social

"El problema surge", de acuerdo con la nota episcopal que en ningún momento se refiere a movimientos o a teólogos en concreto, "cuando, hablando de modelos, se utiliza una visión parcial del misterio de la Iglesia y se cae en la tentación de encerrarse en la propia posición justificada por el modelo de Iglesia que se ha escogido; cuando amparándose en un determinado modelo se rechazan elementos o aspectos del ser constitutivo de la Iglesia; o cuando se aplica sin más a la Iglesia un modelo social o político sin tener en cuenta la naturaleza peculiar de la misma".Los obispos proponen una lectura completa de los textos conciliares "por los que la Iglesia, mediante ellos y en un acto unitario de magisterio, expresa su inteligencia de la fe". Con ello se intenta salir al paso de interpretaciones de algunos escrituristas sobre el Nuevo Testamento, a partir de las cuales han deducido la variedad de modelos en la Iglesia primitiva.

El documento concluye con una referencia a las repercusiones e o que constituye una de las mayores preocupaciones de los obispos: "La falta de comunicación hoy muy frecuente de los diversos grupos entre sí y con sus Pastores". Ésta -añade- ha de ser efectiva, y ha de pasar por la comunicación de los grupos e instituciones dentro de la Iglesia.