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Poesía no, gracias

George Bush es un 'intelectual' de la escuela de Reagan y Michael Dukakis un "ratón de biblioteca técnica'

Francisco G. Basterra

Ni George Bush ni Michael Dukakis se encuentran cómodos en el mundo de la cultura, el arte en sus distintas maniflestaciones, la literatura o la poesía. Sea quien sea el que llegue a la Casa Blanca, no cabe esperar, ni mucho menos, una presidencia como la de John Kennedy y Jacqueline, enla que la intelectualidad y los artistas entraron a formar parte del Washington oficial. Más bien, el próximo presidente de Estados Unidos, sobre todo si es Bush, estará más en el molde cultural de Ronald Reagan. Pero, al menos, ninguno de los candidatos tiene el Readers Digest como revista preferida.

Michael Dulcakis es más e¡ tipo intelectual, pero de la clase ratón de biblioteca técnica. Su cerebro est dedicado, a tiempo completo, a la lectura de soporíferos informes gubernamentales, que el gobernador de Massachusetts encuentra apasionantes.La idea de Dukakis sobre lo que deben ser unos días de descanso pasa por llevarse consigo a la playa un estudio sobre La planificación del suelo en Suecía, según han revelado sus hijos. "No le he visto jamás leer una novela ni poesía", asegura su mujer, Kitty.

George Herbert Walker Bush confiesa abiertamente que no se considera un intelectual y está incómodo en presencia de intelectuales.

Educado en los mejores colegios de pago y en la afición a la música clásica, recuerda con horror cómo tuvo que leer, de joven, Guerra y paz, de Tolstoi, y a Shakespeare, que le parecieron muy largos y densos. Ahora el vicepresidente prefiere distraerse con novelas policiacas y de espionaje y, sobre todo, libros de hazañas bélicas.

La esposa de Bush, Bárbara, le dejó la última novela de Tom Wolfe, The bonfire of vanities, que ha conseguido concluir, aunque su primera reacción fue: "Elemasiado gorda". Y afirma que le ha gustado.

Los Bush alquilan películas de vídeo en Washington. George prefiere "las de tiros y espías", y Bárbara, "las románticas". El actual vicepresidente de Estados Unidos admite que él, y toda su familia son muy llorones, se emocionan fácilmente y dejan escapar- las lágrimas en el cine. Lo último que han visto ha sido Cocodrilo Dundée y Hechizo de luna. Se durmió recientemente viendo una película de Ronald Reagan.

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Actores preferidos

Clint Eastwood, Clark Gable y Jimmy Stewart son los actores preferidos de George Buslá. Al igual que Michael Dukakis, confiesa que, durante la guerra, que hizo en el Pacifico como piloto naval, no tenía fotos de chicas encima de la litera. "Estaba ya comprometido con Bárbara, pero debo confesar que echaba una ojeada a los dibujos de starlettes de Vargas", asegura el vicepresidente, quien confiesa que le gustaba la candidez de Doris Day. Y el aspirante demócrata, en su servicio militar, en Corea, estaba prendado de Janet Leigll. En la actualidad, su actriz preferida es Mery1 Streep.Dukakis no va al cine para escapar de la realidad, sino para buscar un mensaje. No ve comedias, e hizo una excepción con Hechizo de luna porque trabaja su prima Olympia, que, recibió el oscar a la mejor labor secundaria por su interpretación. Cita como su película preferida La hi5,,toria oficial, que relata la suerte de los desaparecidos en Argentina, y que también obtuvo un oscar ala mejor película extranjera.En la primera cita con Kitty se salieron, porque se aburrían, de Rocco y sus hermanos, dirigida por Luchino Visconti e interpretada por Claudia Cardinale y Alain Delon, y acabaron la velada en el apartamento de ella hablando de política. Su libro actual de cabecera es una historia de los irlandeses en LoweIl (Massachusetts).

El teatro, clásico o moderno, no forma parte de las aficiones de los candidatos. El vicepresidente tolera, sin embargo, el ballet y ama los musicales. Ha visto cuatro veces A chorus line y le encantó MyJair lady. Bush, en música, prefiere el country, y la radio de su mesilla está siempre conectada a una emisora de Washington que sólo retransmite este tipo de baladas. Suele llevar en su limusina oficial casetes de los Oak Ridge Boys.

Bush ve poca televisión, pero no perdona los partidos de fútbol del lunes por la noche. "Me vi", ha contado, "las cinco horas de la final de tenis del torneo de Estados Unidos entre Ivan Lendl y Matss Wilander". Es un gran aficionado a este deporte, que prac tica regularmente, lo mismo que eljogging y el lanzamiento de herraduras. Su distracción favorita es planear sobre el agua en su cigarrette ultrarrápida en la costa de Maine. Su revista preferida es Bassmaster, especializada en pesca. Bush, al contrario que Reagan y que Dukakis, es un mal bailarín. Se quedó en elfox trot y cuenta cómo tuvo que abandonar la pista cuando sonó un vals en el baile de oficiales en el que conoció a su mujer. Kitty Dukakis, bailarina y profesora de danza, ha enseñado el oficio a Michael, que se declara un buen ejecutor de tangos. El candidato demócrata toca la trompeta de cuando en cuando -formó parte de la banda de su colegio y de la orquesta universitaria-, y en su juventud se sintió atraído por eljazz.

"Sobre todo", dice Dukakis, "me van las obras musicales sólidas", como las sinfonías de Beethoven. La Séptima es su favorita. Mientras los Bush escuchan música country y ven cine en su residencia de Washington con el propósito único de distraerse, las veladas preferidas de Dukakis son la lectura de papeles e informes que no ha logrado concluir en la oficina y libros sobre el funcionamiento del Gobierno

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