Unión Eléctrica Fenosa y Repsol Butano pugnan por la distribución de gas canalizado en Galicia

La compañía eléctrica Unión Fenosa y la empresa gasista Repsol Butano pugnan por obtener la próxima concesión para distribuir gas canalizado al sector doméstico y la pequeña industria en Galicia. Aunque el Gobierno no haya decidido oficialmente ampliar el gasoducto de Oviedo a Lugo -lo podría anunciar en las próximas semanas-, ambas empresas han tomado posiciones ante la Xunta de Galicia para obtener, en su día, esta concesión, que supondrá una inversión de 5.000 millones de pesetas en 10 años.

La pugna por conseguir los contratos de distribución del gas natural lleva meses enfrentando a las compañías eléctricas con las empresas públicas del gas, agrupadas en el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). Desde que se firmara el protocolo del gas en 1986, las empresas públicas Enagas y Repsol Butano han tenido que pujar, y negociar en muchos casos, para obtener parte del pastel de la distribución del gas natural en España.El protocolo establecía que Enagas se reserva la adquisición y el transporte de gas natural en España, así como la distribución y venta a los grandes clientes industriales. Este último apartado suponía para la Empresa Nacional del Gas el asegurarse entre el 50% y el 60% del mercado, dejando el resto para otras compañías distribuidoras. Sin embargo, a medida que se iban adjudicando las concesiones para distribuir el gas natural, el grupo INH fue tomando posiciones, a través de Repsol Butano, obteniendo algunos de los conitratos en asociación con diversas empresas privadas. De hecho, esta empresa pública ha conseguido participar en el negocio de la distribución del gas natural al consumo en Madrid, País Vasco, Andalucía, Asturias y Castilla. En la mayoría de los casos, Repsol Butano participa de forma minoritaria en la sociedad distribuidora de gas a la que cada Gobierno autónomo -son las autonomías las que toman estas decisionesotorgó en su día la concesión.

Reparto del mercado

El reparto de este mercado de distribución de gas natural al sector doméstico y a la pequeña industria ha sido muy desigual en las distintas autonomías, aunque en la mayoría de los casos se ha producido un enfrentamiento entre las compañías eléctricas -directamente o a través de empresas de gas participadas- y el sector público. En Madrid, la concesión la obtuvo Gas Madrid, empresa mayoritaria del Banco Pastor y en la que RepsolButano participa en un 25%. El mercado catalán fue concedido a la privada Catalana de Gas que, como Gas Madrid, tenía una tradición en la distribución de gas en la zona. En el País Vasco, el Ente Vasco de la Energía y Repsol Butano crearon la sociedad Gas de Euskadi y obtuvieron la concesión inmediatamente.Algo parecido sucedió en Andalucía, en donde se creó Gas deAndalucía con participación a partes iguales entre la Compañía Española de Gas (CEGAS) -filial de Catalana-, Repsol Butano y la Junta de Andalucía. En Levante y Santander fue CEIGAS la que consiguió la concesión, mientras que en Huesca y Zaragoza, la empresa Eléctricas Reunidas de Zaragoza (ERZ) obtenía los contratos creando Gas Huesca y Gas Zaragoza, respectivamente. El mercado asturiano fue concedido a otra empresa de nueva creación, Gas ole Asturias, participada por la privada Hidroeléctrica del Cantábrico y Repsol Butano.

Así las cosas, antes del verano comenzó la batalla del gas en Galicia. Aunque el Gobierno no hubiera decidido todavía -ni oficialmente lo haya decidido en la actualidad-* ampliar la red ole gasoductos hasta la comunidad gallega, Unión Fenosa optó el pasado 18 de julio por crear la sociedad Gas del Noroeste y solicitar a la Xunta la concesión para distribuir gas canalizado en la zona. La propuesta incluía la puesta en marcha, antes de que el gas natural llegara a Galicia, de un plan de distribución de aire propanado a través de la canalización que posteriormente se utilizaría para el gas natural. Inniediatamente, Repsol Butano hizo una propuesta similar al Gobierno autónomo, aunque limitada al aire propanado.