Favorable acogida de la crítica al montaje de Nuria Espert de 'Madame Butterfiy'

El público londinense acogió con templados aplausos el estreno en la Royal Opera House de la Madame Butterffy dirigida por Nuria Espert. Las primeras reacciones de la crítica han sido favorables al trabajo de la directora, aunque han encontrado que a la interpretación musical le faltó vivacidad y fuerza.

Espert, con la colaboración de Ezio Frígerio en el decorado y de Franca Squarciapino en el vestuario, presentó a Butterfly en un marco realista que hubo de chocar bastante al público de la noche del estreno. Una -gran estructura de madera de tres plantas, de inspiración nipona y con remembranzas de las corralas madrileñas, llenaba el escenario y era el balcón que ocasionalmente usaban personajes secundarios para fiscalizar la tragedia que se desarrollaba en la planta baja.Giacomo Puccini definió su Madame Buttefly como una tragedia japonesa en dos actos. Nuria Espert hizo lo máximo para destacar esta idea y consiguió un ajustado crecimiento de la tensión dramática, que culmina con el suicidio de la inocente y adorable protagonista, incapaz de sobrevivir la decepción amorosa que le ha infligido el teniente Pinkerton, con quien se casó enamorada mientras él sólo buscaba su belleza.

Tras la boda, Pinkerton retorna a Estados Unidos, donde se vuelve a casar, al tiempo que la cándida Butterfly sigue esperando, en su pobre casa de Nagasaki, la vuelta de un amado por quien sacrificó religión y familia.

"Nada chirría, y la clara, sencilla presentación de la historia por parte de Espert penetra hasta el rneollo de su crueldad", dice el crítico del Financial Times, el único diario que ayer comentaba el espectáculo que concluyó a una hora que no permitió a los demás publicar críticas.

El público aplaudió durante ocho minutos, menos de lo que Espert cree que es capaz de aguantar un auditorio de ópera satisfecho, pero al final ella estaba contenta. Armando Moreno, su marido, encontró que los londinenses que asistieron al. estreno habían mostrado un calor mayor por Butterfly que los escoceses que en abril del año pasado acudieron al estreno de la obra en Glasgow. Los aplausos más fuertes fueron para la soprano Catherine Malfitano, que ya había interpretado a la desgraciada Butterfly en Berlín, y para Espert, Frigerio y Squarciapino cuando saludaron al final de la representación.