El Gobierno polaco cierra los astilleros donde nació Solidaridad

El Gobierno polaco anunció ayer el cierre, a partir del próximo 1 de diciembre, de los gigantescos astilleros Lenin de Gdansk, cuna del proscrito sindicato Solidaridad y símbolo de las protestas obreras del país. La medida, que las autoridades justificaron en razones estrictamente de saneamiento económico, fue recibida con gran indignación por parte de los 11.000 trabajadores, al tiempo que añadió más incertidumbre a la posibilidad de que llegue a celebrarse finalmente una mesa redonda de negociaciones entre el régimen y la oposición, aplazada repetidas veces por el veto oficial a la participación de algunos colaboradores de Lech Walesa.El líder de Solidaridad y empleado en estos astilleros declaró, al conocer la noticia, que se trataba de una "nueva provocación política" del jefe del Gobierno, Mieczyslaw Rakowski, y adelantó que los trabajadores lucharán contra la medida, aunque no precisó qué tipo de acciones pensaban llevar a cabo.

Paradójicamente, el anuncio se produjo dos días antes de la llegada a Polonia de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, quien tiene previsto visitar Gdansk y entrevistarse con Walesa.

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