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Misiones del FMI y del Banco Mundial estudian soluciones para Perú

En medio de la amenaza de suspensión de la exportación de cobre, debida a la huelga minera nacional indefinida iniciada a mediados de octubre, dos misiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han empezado la visita a Perú que fue acordada en la reciente cumbre financiera de Berlín. Las distintas soluciones que se perfilan pasan, en todo caso, por la capitalización de la deuda exterior, calculada en 15.400 millones de dólares, que se convertiría en inversión de riesgo.

Esta ha sido la primera visita del FMI en los dos últimos años, después de que dicho organismo internacional declaró a Perú como inelegible, por el atraso en sus pagos y supone el reinicio de delicados y urgentes contactos con el Gobierno peruano, pues es bien conocido el rechazo expresado desde 1985 por el joven preside, Alán García Pérez, hacia las fórmulas fondomonetaristas.La actitud actual de la Administración, ambientada por una crisis económica en la que el índice de inflación ya remonta el 500%, es la de un diálogo que aproxime a un posible acuerdo sin transigir de sus ya conocidas tesis. La semana anterior, el presidente García reiteró un no rotundo a la firma de cartas de intención y al pago de los costes financieros que genera la deuda externa, contabilizados actualmente en 709 millnes de dólares.

Crédito puente

Para especialistas cercanos al equipo económico gubernamental peruano, la única solución a este problema, visto que Perú no dispone de tal cantidad para saldar sus cuentas con el Fondo y acceder a nuevos créditos en unos cuántos meses, es la materialización de un crédito puente en el que Japón, Canadá y Estados Unidos estarían comprometidos.El otro punto a tratar es el de la presentación, por parte de Perú, de un programa económico de recuperación que estaría ultimándose en estos momentos para ser conocido públicamente en los primeros días del mes próximo.

La reuniones de los expertos financieros del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo continuarán en Lima los próximos días 14 y 15 de noviembre, cuando serán abordadas las posibilidades de conversión de la deuda exterior peruana en inversión de riesgo. Las alternativas pasan por un incentivo mayor y nuevo de la inversión extranjera y del comercio exterior, la creación de zonas francas y el impulso a la recién iniciada venta de empresas públicas, entre otros instrumentos.

Aunque gran parte de los anteriores mecanismos están siendo elaborados o están listos para ser votados en el Parlamento peruano, Perú ha anunciado, por primera vez, su disposición a capitalizar su deuda externa, calculada hoy, globalmente, en 15.400 millones de dólares.

El anuncio hecho en la RFA prevé la aceptación peruana para que valores actualizados de papeles representativos de su deuda externa puedan ser usados para cubrir inversiones en moneda nacional en nuevos proyectos o en ampliaciones de planes en actual producción.

De esta manera, la Embajada peruana en Bonn reconoció que la decisión de su Gobierno está dentro de la política de estímulo para el pago del servicio de la deuda con nuevos mecanismos de dinamización: nuevos productos de exportación, zonas francas, etcétera.

Así, el nuevo sistema puesto ahora en marcha intenta que el Gobierno peruano pueda utilizar, como impulso financiero para obtener renovadas inversiones frescas, la revalorización de los activos exigidos por los acreedores.

Los medios oficiales afirmaron que es preciso "convocar capital privado, sobre todo extranjero", empleando un "pragmatismo que no abandone principios fundamentales porque hay que sacar adelante el país".

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