Portugal afirma que sus soldados nunca estarán bajo mando español en la OTAN

ENVIADO ESPECIAL"Nunca fuerzas portuguesas se colocarán bajo mando español", aunque lo contrario sí podrá ocurrir, según reveló ayer el ministro portugués de Defensa, Euríco de Melo, al confirmar que Portugal y España habían alcanzado un acuerdo sobre las modalidades de la contribución española a la OTAN.

El embajador de España ante la Alianza Atlántica, Jaime de Ojeda, afirmó conocer la intención portuguesa y añadió que "nosotros aceptamos esta decisión y no pedimos reciprocidad". "Si los portugueses no quieren seguir el juego, no tienen por qué hacerlo. Es el único país aliado con el que tenemos ese problema, que los demás no nos plantean", afirmó Ojeda.

En una entrevista con la televisión de su país, De Melo, que asistió a una reunión de los titulares de Defensa de la Alianza Atlántica, señaló que con motivo del viaje en septiembre a Lisboa del ministro español de Asuntos Exteriores y en un encuentro posterior con el de Defensa, las últimas objeciones portuguesas a la participación española en la OTAN al margen de la estructura militar integrada fueron superadas. Portugal era el último país que seguía formulando reservas sobre esta cuestión.

"Hemos llegado a un acuerdo completo sobre las directrices que inspirarán la contribución española", indicó De Melo. El Comité Militar de la OTAN podrá, por tanto, aprobar en noviembre esas directrices, y en diciembre los ministros de Defensa y de Exteriores le darán su visto bueno.

Integración militar

"Hay una cosa pactada", añadió De Melo antes de precisar que nunca y bajo ningún concepto fuerzas portuguesas se colocarán bajo un mando español mientras España no esté integrada militarmente en la OTAN".En el marco de los acuerdos de coordinación que España tendrá que negociar a partir de diciembre con los mandos castrenses de la Alianza Atlántica está previsto que fuerzas españolas se sometan al control operativo, es decir, a la autoridad de la OTAN, y al revés, que, si las circunstancias lo requieren, fuerzas aliadas se pongan a las órdenes de militares españoles.

En este caso, entre las fuerzas aliadas no figurarán, sin embargo, tropas portuguesas. Un militar luso que esté, en cambio, al frente de un mando de la OTAN sí podrá tener bajo sus órdenes a unidades españolas. El embajador De Ojeda explicó que la decisión de Lisboa afectaba principalmente a los convoys navales en el Atlántico oriental.