Shamir no quiere saber nada de la OLP

El primer ministro, Isaac Shamir, reiteró ayer su postura intransigente sobre cualquier negociación con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), uno de los elementos más inquietantes de la campaña electoral. A apenas seis días de las elecciones legislativas, Israel puede despertarse semiparalizado por la huelga convocada ayer por los sindicatos de ingenieros, técnicos y académicos del sector público.

En total, podrían ir a la huelga cerca de 120.000 personas, de las que dependen sectores tan sensibles como la radio, la televisión (públicas), los aeropuertos o la Administración local. El motivo es un diferendo salarial, que adquiere connotaciones más políticas en víspera de las elecciones.En una muestra claramente representativa de la doctrina de la coalición conservadora que preside el Likud, Shamir inauguró un nuevo asentamiento de colonos judíos en Cisjordania, uno de -los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967. El lugar, de dificil acceso tanto por su localización como por las medidas de seguridad establecidas alrededor del mismo, se llama Naalah y desde ayer alberga a 27 familias de técnicos de una empresa aeronáutica cercana. La ocasión permitió al primer ministro insistir en su ya conocida postura de defensa de esta práctica de implantación. "Los asentamientos son parte integrante de la filosofía de la unidad de Israel y, por lo tanto, no tienen nada que ver con la política", aseguró Shamir ante los periodistas que acudieron al acto.

El jefe conservador, que tras plantar un cedro y almorzar con los colonos, dio una conferencia de Prensa, se molestó visiblemente cuando uno de los informadores le preguntó por un eventual nuevo Gobierno de unidad nacional tras las elecciones, a la vista de los resultados igualados que las encuestas predicen a los dos grandes partidos, el Likud y el Laborista.

"No", aseveró con energía Shamir mientras golpeaba con el puño en la mesa, "no habrá Gobierno de unidad nacional". El primer ministro se declaró convencido del triunfo de su formación en el escrutinio del próximo martes. No obstante, diversos dirigentes de su partido han mencionado en los últimos días esa posibilidad. En las pasadas elecciones, hace cuatro años, laboristas y conservadores empataron y durante esta legislatura se han dividido la jefatura del Gobierno por períodos consecutivos de dos años.

El ambiente preelectoral ha encontrado en las últimas semanas nuevas complicaciones con una amplia contestación social en el ámbito laboral. Además de la huelga convocada en el sector público, los médicos de los hospitales generales, geriátricos y psiquiátricos tienen previsto un paro desde hoy. El sector bancario se encuentra también en conflicto: la mayoría de las sucursales se mantuvieron cerradas el pasado martes por la tarde y las oficinas centrales de casi todos los bancos abrieron ayer dos horas más tarde.Nuevas huelgas están previstas para los próximos domingo, lunes y miércoles. Dificultades similares se están produciendo en la enseñanza secundaria, las universidades y los transportistas de combustible.