El objetor de
conciencia Laureano Herrero, que ingresó en la prisión de Alcalá de Henares hace dos semanas, fue puesto ayer en libertad condicional por orden del juez militar de Pamplona que entiende su caso. El Consejo Nacional de Objeción de Conciencia no había reconocido la condición de objetor a Herrero por haber presentado la alegación contra la mili de forma colectiva. En situación similar a Herrero se encuentran alrededor de 1.500 jóvenes.
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