Una niña muerta y varios heridos al caer una casa donde vivían vendimiadores portugueses
'Una niña portuguesa de cuatro años de edad falleció en la noche del miércoles en Sada (Navarra), dos personas más resultaron heridas de gravedad y otras varias quedaron contusionadas, al derrumbarse el techo de la cocina de una vivienda desocupada en la que vivían durante el período de la vendimia cinco familias con un total de 13 miembros, todos ellos de nacionalidad portuguesa.
Por causas que ayer se desconocían, la techumbre de vigas de madera y tejas situadas encima de la cocina de la vivienda, ubicada en el número 8 de la calle Mayor de esta localidad, se derrumbó cuando en la estancia varias mujeres y niños que habían regresado de vendimiar lavaban ropa y preparaban la cena. Como consecuencia del derrumbamiento sufrió heridas gravísimas, de las que falleció poco después, la niña Susana Cristina Mondego, de cuatro años de edad.Teresa Eulalia dos Santos y Alfredo Antonio Mondego madre y hermano respectivamente de la niña muerta, resultaron también heridos de gravedad y fueron trasladados en ambulancia al hospital de Na varra, en Pamplona, centro sa nitario en el que quedaron in gresados. Las otras cuatro per sonas heridas en el suceso fue ron atendidas en el consultorio médico local al haber sufrido heridas en la cabeza y diversas contusiones.
Tras el derrumbamiento, diversas personas del pueblo y miembros de otras familias gitanas temporeras que vivían en las cercanías acudieron a rescatar a los heridos que habían quedado sepultados en la cocina. Una ATS de la localidad prestó los primeros auxilios a la niña Susana Cristina Mondego. Una ambulancia la trasladó posteriormente al hospital de Navarra, aunque ingresó ya cadáver en este centro sanitario.
Sólo para la vendimia
El alcalde de la localidad, José Luis Guembe, manifestó ayer que la vivienda que ocupaban estas familias permanece deshabitada durante todo el año a excepción de las fechas de recogida de la uva durante la vendimia en las que se cede gratuitamente, al igual que otras viviendas del pueblo, a los vendimiadores portugueses y gitanos que acuden a la localidad.Pilar Clavería, miembro adjunto de la Asociación Gitana de Zaragoza, afirmó que la familia de la niña muerta habitaba una casa "infrahumana" que, según añadió, "se iba a caer". El ruinoso edificio de planta baja y primer piso posee cinco habitaciones desamuebladas y sólo la cocina resultó afectada por el derrumbamiento.
Tras el suceso el resto de las habitaciones aparecían ocupadas por colchones de paja esparcidos por el suelo y ropa sucia. La casa no posee ni luz ni agua corriente. El alcalde de Sada reconoció que la vivienda es muy vieja, pero ha señalado que "no lo es mucho más que las que poseen muchos vecinos del pueblo", en el que residen unos 300 habitantes.
En la localidad de Sada trabajan actualmente en la vendimia más de 200 temporeros, fundamentalmente gitanos y de nacionalidad portuguesa. En Sada no existen contratos escritos para la vendimia, sino que la contratación es meramente verbal. Cobran 2.900 pesetas de jornal diario y los terratenientes que los emplean son también quienes los alojan, hacinados, en este tipo de cobertizos habitados por las ratas durante el resto del año. Las familias afectadas por el derrumbamiento residían en el edificio hacía una semana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.