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El juez tomó declaración a un agente del CESID por las actividades de Rifaat el Asad

JUAN JOSÉ ECHEVARRIA / JAVIER RIVAS, Un guardia civil adscrito al Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) prestó declaración el pasado 19 de agosto ante el juez de instrucción número 1 de Marbella por los destrozos ocasionados en el restaurante Montecarlo, de dicha localidad malagueña, suceso en el que aparecen implicados varios escoltas del vicepresidente sirio, Rifiaat e Asad.

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El apoyo de los servicios secretos militares

La dueña del restaurante asaltado, Carmen Martínez Ruiz, aseguró en sus declaraciones ante el juez que, al día siguiente de los hechos -el pasado 14 de agosto-, acudió a su local una persona que se identificó como agente de la Guardia Civil y que le advirtió que se olvidase "del tema", según ha declarado a este periódico la propia Cármen Martínez.El guardia civil número 72962696, quien ha preservado su anonimato en el sumario del caso, reconoció ante el juez que pertenece al CESID y que, junto con otro agente de los servicios secretos militares, se ocupa del seguimiento de la colonia siria en la Costa del Sol. "Al día siguiente de los hechos [el guardia civil] pasó por el lugar en compañía de una personalidad extranjera [se supone que el vicepresidente sirio] y a la que la dueña del restaurante responsabiliza de los problemas que tiene", testificó el agente en su comparecencia judicial.

"No insultar al señor"

El miembro del CESID añadió al juez que Carmen Martínez insultó a Rifaat "siendo entonces cuando el que esto declara se vio en la obligación de identificarse ante la señora y advertirla que, por favor, no insultara a aquel señor, ya que en caso contrario se vería en la obligación de proceder oficialmente contra ella".

Carmen Martínez ha manifestado a este periódico que el día en que se produjo el asalto el propio Rifaat el Asad "contempló el trabajo de sus hombres" desde la heladería colindante con el local asaltado. Esta heladería es propiedad de Carmen Carrasco Jiménez, ciudadana española nacida en Montreal y casada con Georges Saliba, uno de los supuestos escoltas del hermano del presidente sirio y el único de los presuntos asaltantes que reconoció al juez encontrarse en el lugar de los hechos cuando se produjo el suceso. Carmen Carrasco es, además, secretaria de Business Consulting Center, la empresa que gestiona en Marbella las inversiones de Rifaat el Asad.

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El propio miembro del CESID admitió ante el juez que la noche de los hechos se hallaba en las inmediaciones del lugar. Este agente "observó un gran tumulto de personas en la terraza del restaurante, así como dos mesas y otras sombrillas tiradas por el suelo".

El agente añade, sorprendentemente, que abandonó el lugar sin tomar ninguna medida y que regresó a los cinco minutos. El guardia civil asegura en su testimonio que no intervino "debido al trabajo que estaba desempeñando en esos momentos", labor que el agente no quiso aclarar ante el juez.

Por otra parte, un portavoz de la Embajada siria en Madrid consultado ayer por este periódico no quiso pronunciarse respecto a las acusaciones que la policía españla formula contra Rifaat el Asad, y sin llegar a desmentirlas explícitamente, se limitó a afirmar que "son informaciones poco serias".

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