Korotich: "Gorbachov está en guerra con la burocracia"
El director del semanario 'Ogionok' se declara partidario de publicar las actas de las reuniones del Politburó
PILAR BONET, Korotich, un ucraniano de 52 años, asistirá al simposio que, del 25 al 29 de octubre, organizan en Barcelona el Institut d'Humanitats de Barcelona, el CIDOB (Centro Internacional de Información y Documentación de Barcelona) y la Fundación Pablo Iglesias. Ésta será la primera vista de Korotich a España, el "amor infantil de su generación" y fuente de inspiración poética cuando se dedicaba de lleno a la literatura en su Kiev natal.Pregunta. Ogoniok está publicando las memorias de Serguei Jruschov, quien asegura que su padre, Nikita Jruschov, había sido advertido de la conspiración existente contra él. ¿Está usted insinuando con estas memorias que existía una conspiración semejante contra Gorbachov?
Respuesta. Yo ya dije que esto es posible. Me parece importante mostrar cómo se produjo en este país un vulgar golpe de Estado que concluyó con la sustitución de Jruschov por Breznev. La burocracia no cede el poder tan fácilmente.
P. ¿Qué peligro existía para Gorbachov a fines de septiembre, antes de convocarse el pleno del Comité Central del PCUS?
R. La experiencia de Gorbachov incluye el conocimiento de lo sucedido a Jruschov. Éste era más ingenuo que Gorbachov, que es un político mucho más experimentado, fuerte y capaz.
Intento de golpe
P. En su opinión, ¿ha habido un intento de golpe de Estado?
R. No puedo decir lo que sólo muy pocos saben, pero está claro que la burocracia no se rendirá. Nina Andreieva (la profesora de química de Leningrado que publicó un polémico artículo el pasado marzo) fue el manifiesto teórico comparable al llamamiento a la sublevación en España en julio de 1936. Desde entonces, ha habido muchos pasos prácticos, como el sabotaje de las suscripciones, que tiene una intención política. Gorbachov está en permanente estado de guerra. Hay que acordarse de la lección de Jruschov, que no fue un tonto, sino un político que simplemente perdió la batalla. Hay que valorar la lección del golpe de Estado que hizo caer a Jruschov. Hoy es importante el control social, Aquí existe una colosal infraestructura burocrática y el camino entre Franco y don Juan Carlos, que ustedes ya pasaron, es muy dificil.
La burocracia gana posiciones, con el sabotaje, bloquea la reforma económica y crea una atmosfera de rumores. Uno sólo puede alegrarse de que Gorbachov haya comenzado una reforma política. Nadie esperaba un golpe tan acertado y exacto. Jruschov era un buen estratega, pero un mal táctico. Gorbachov actúa de forma más interesante. Hoy tiene poder real. Posee poder presidencial y bastante autoridad. No podrán derribar a Gorbachov, si éste consigue resultados. El destino de Gorbachov se encuentra hoy en manos de los resultados de su acción económica. La actividad política popular que ha seguido a la revolución desde arriba está objetivamente a favor de Gorbachov, pero es importante que él sepa controlarla, que no aparezcan provocadores y que haya gente que comprenda la estrategia de Gorbachov. De otro modo, la experiencia de Jruschov debe recordar que la burocracia luchará hasta el fin.
P. El escaso número de ejemplares de Ogoniok ha provocado enormes conflictos durante la campaña de suscripciones para 1989. ¿Aumentará su tirada?
R. Nos han dicho que vamos a seguir con la misma tirada de este año, es decir, 1,8 millones de ejemplares. Podríamos tener más de seis millones de suscriptores, pero el Ministerio de Comunicaciones, la Unión de Prensa y el comité central dicen que no hay papel. No es posible que en nuestro país no haya papel para Ogoniok. Vadim Medvedev (secretario del comité central encargado de ideología) me dijo que las cosas se arreglarán para la próxima campaña de suscripciones, pero el año próximo perderemos lectores. Ahora hay que dar 50 rublos de más en el mercado negro para recibir la revista. En Odessa, las suscripciones, que valen 20 rublos, se han rifado a 400 rublos. Nos ofrecen papel danés, austriaco, y la casa Burda nos propone imprimir la revista, pero si lo hacemos así, nuestros enemigos derechistas comenzarán a gritar que estamos en manos de los capitalistas.
Junto con Grigori Baklanov, el director de la revista Znamia, y Chinguiz Aitmatov, el escritor, hemos escrito una carta a Gorbachov informándole que hay una guerra contra él y no contra nosotros. No hemos recibido respuesta. Mientras tanto, aparecen los sucedáneos de Ogoniok. Unos cooperativistas proponen imprimir 100.000 ejemplares con sus medios. Otros, producir 2.000 videocasetes con cada número de la revista y un teatro de Moscú va a escenificar la revista . Ogoniok puede acabar llegando a los soviéticos leído por La Voz de América. En algunas embajadas soviéticas he visto fotocopiar el único ejemplar que reciben.
P. ¿Por qué no publica Ogoniok las muchas críticas que reciben contra Egor Ligachov?
R. Soy partidario de hablar más de todo el Politburó y publicar las actas de las reuniones. Ligachov es tan fantasmal como Boris Eltsin u otros dirigentes soviéticos. Sabemos que Nancy Reagan consulta a los astrólogos, pero cuando recibo una carta diciendo que Ligachov es el político más reaccionario, yo, de hecho, no sé si lo es. ¿Por qué las biografías de nuestros líderes se venden para la exportación, como la de Gorbachov a la revista Time, y a nosotros nos están vedadas? Es sumamente importante dar a conocer la personalidad de los integrantes de la dirección soviética.
Lista de delincuentes
P. Usted entregó a Gorbachov una lista de supuestos delincuentes presentes como delegados en la XIX Conferencia del PCUS. ¿Hay relación entre los últimos cambios en el Politburó y aquella lista?
R. No puedo decírselo. Creo que la hay..., pero mientras no detengan a esas personas no puedo nombrarlas. Se trata de una lucha para que llegue al poder gente más honrada. Hay una relación indirecta.
P. ¿Por qué no ha publicado el material que tiene sobre Yuri Churbanov, el yerno de Breznev?
R. Está prohibido, de momento, publicarlo. El abogado se opuso, porque su cliente no ha sido condenado y él piensa que se está envenenando la atmósfera.
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