Los 31 descartes de Gil

Diecisiete jugadores, seis técnicos, un médico, un masajista, dos miembros de la secretaría técnica y cuatro directivos son los hombres de los que ha ido prescindiendo Gil desde que tuvo acceso a la presidencia, hace 16 meses. Cuatro jugadores, un técnico y el médico han presentado ya demandas ante Magistratura. Gil va perdiendo por 0-3.Están fuera del club los jugadores Quique, Landáburu, Setién, Arteche, Julio Prieto, Rodolfo, Pedro Pablo, Ruiz, Clemente, Da Silva, Uralde, López Ufarte, Rubén Bilbao, Alemáo, Pedraza, Eusebio y Julio Salinas; los técnicos Luis Aragonés, Menotti, Ufarte y Maguregui; los segundos entrenadores Poncini y Jayo; el preparador flisico Ángel Vilda; el secretario técnico Angel Castillo y el empleado de dicha secretaría José Antonio Olmedo -que duró dos meses-; el médico Enrique Ibáñez; el masajista Angelín, y algunos directivos, entre los más significativos Ceferino Díaz, Angel Limón y Julián Sanz Calonge, así como Leoncio Vázquez.

En la relación de damnificados de Gil que se están cruzando demandas y querellas varias figuran Landáburu, Setién, Quique Ramos y Arteche. Al masajista Ángel Márquez, Angelín, que tenía un contrato de jornada partida desde hace más de 14 años, se le exigió dedicación exclusiva porque trabaja por las tardes con Ibáñez. Al segundo entrenador, Antonio Briones, por contra, se le permite que siga con su trabajo por las tardes en Standard y el presidente le ha regalado ya el coche que le prometió la temporada anterior cuando le prestó su carné a Maguregui.

El doctor Ibáñez ha presentado también querella contra Gil porque el presidente le ha llamado "chorizo, trincón y ladrón", aparte de afirmar que, si Goikoetxea no hubiese ido a operarse a Finlandia, "se habría quedado cojo".

Lo último conocido ha sido una de las acusaciones contra Quique Ramos, al que se le piden 25 millones de indemnización "por daños y perjuicios al club", entre otras cosas porque, "debido a su mala forma física intencionada, en noviembre enfermó de anginas".

Y queda el caso del podólogo, Miguel Fuentes, 14 años en el club, que se lo explicaba ayer al juez Miguel Moreiras cuando prestaba declaración como testigo de Enrique Ibáñez: "Gil me dijo que o con Ibáñez o con él. Y me fuí". A la pregunta de si tenía algún pleito con el presidente del Atlético, Fuentes contestó: "No, señoría, pero todavía no me han pagado el finiquito".