Landáburu, tercer jugador que el Atlético debe readmitir tras el fallo de Magistratura

"Magistratura número 8 de Madrid acordó ayer que el despido de Jesús Landáburu, jugador del Atlético de Madrid, es nulo, al igual que ocurrió el día anterior con los casos de Setién y Quique Ramos. La sentencia establece que es válida la cláusula de prórroga automática del contrato si el jugador actuaba en 25 partidos (jugó 42), por lo que el club debe readmitirle. Mientras, la demanda del doctor Ibáñez contra Jesús Gil, también por despido nulo -el médico pide 61 millones de indemnización-, quedaba vista para sentencia. Arteche, próximo demandante, acudió "como observador".

Adriano Barbero, titular de la Magistratura número 8, ha declarado nulo el despido de Landáburu, y ha condenado, por tanto, al Atlético de Madrid a readmitirle en su puesto de trabajo, al abono de los salarios que ha dejado de percibir en los últimos meses desde que fue despedido y al pago de los emolumentos que le correspondan hasta la finalización legal de su contrato, que vence el próximo 30 de junio. Este mismo magistrado declaró el pasado lunes como nulos; los despidos de los jugadores Quique y Setién.Landáburu quedó automáticamente renovado al cumplir una de las cláusulas establecidas en su contrato mediante la cual continuaría en el club si era alineado en un mínimo de 25 partidos. El jugador actuó en 42 encuentros, pero, pese a ello y al acuerdo firmado, el presidente del Atlético, Jesús Gil, le despidió. José Luis Sierra, jefe de los servicios jurídicos particulares del presidente -que ha intensificado desde hace año y medio su jornada laboral atendiendo también los numerosos pleitos de Gil en su calidad de presidente del Atlético de Madrid-, argumentó como causa justificativa del despido que legalmente no tenía validez dicha prórroga en función del Decreto 1.006 de Relaciones; Laborales de los Deportistas Profesionales, extremo descartado por el juez.

Contra esta decisión, el Atlético tiene un plazo de 10 días para recurrir ante el Tribunal Supremo, pero en cualquier caso el club está obligado a readmitir en su puesto de trabajo al jugador. Incluso en el supuesto de no aceptar el Atlético la presencia física en sus instalaciones y en los entrenamientos con sus compañeros, debe pagarle todos sus atrasos, así como los conceptos salariales pactados en el contrato hasta su vencimiento legal.

Fernando Espinosa, abogado que se ha hecho cargo de la mayor parte de los casos de despedidos por Gil -con la excepción de Setién, al que defiende Isidoro Díez-, hizo pública la sentencia del caso Landáburu en el transcurso de la vista celebrada ayer en la Magistratura número 1 por la demanda interpuesta por Enrique Ibáñez, ex jefe de los servicios médicos del club, por despido nulo. A la misma asistieron los jugadores Quique Ramos y Arteche, el primero como posible testigo y el segundo "para aprender cómo se desarrolla esto porque en pocos días me tocará a mí aparecer por aquí".

El abogado de Gil planteó inicialmente la excepción de incompetencia de la Magistratura porque, según dijo, la relación del doctor Ibáñez con el club en los últimos 25 años "no era laboral, sino civil", así como que era "rigurosamente falso" que Gil hubiese despedido al médico: 'Fue Ibáñez quien decidió marcharse", concluyó.

El letrado del doctor Ibáñez rebatió tales argumentaciones aportando las nóminas salariales de su defendido -por importe de unos 21 millones la última temporada-, su inclusión en la Seguridad Social y jurisprudencia anterior sobre supuestos similares. En calidad de posible testigo en favor del trabajo laboral como médico deportivo en el Atlético había acudido también el jefe de los servicios médicos del Real Madrid, Miguel Ángel Herrador.

Al tratarse de un despido verbal, se le preguntó a Ibáñez la razón por la que había permanecido 24 horas más en su puesto de trabajo: "Le pedí al señor Gil un documento escrito el día que me cesó, en Holanda en vísperas del partido contra el Groningen, papel que no me facilitó. Y no era cosa de coger la maleta y volver a España en ese momento por dos motivos: primero, porque no iba a dejar solos a los jugadores, y segundo, porque el señor Gil hubiese sido capaz, porque es capaz de todo, de acusarme de abandono del puesto de trabajo".

La negación de Futre

Por lo demás, Paulo Futre negó ayer, tras el entrenamiento realizado por el Atlético en el Calderón, los argumentos utilizados por Gil para despedir a Juan Carlos Arteche: "Es mentira que Arteche desestabilizara la plantilla; Juan Carlos es una bellísima persona", afirmó el portugués, cuyo futuro en el equipo de Gil no va ir más allá de la presente temporada al tener pactada su marcha al Roma.