El líder comunista yugoslavo apuesta por la reforma

El jefe de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia (LCY), el croata Stipe Suvar, advirtió ayer al comité central del partido, reunido en Belgrado, que el país está bajo la amenaza de descomponerse como Estado si no acomete con decisión profundas reformas de su sistema político y económico. El pleno del Comité Central de la LCY, que se reunió en el momento más crítico de su historia, concluirá hoy, según todos los indicios, con la mayor purga de dirigentes habida en el partido. Se espera el relevo de un tercio de los miembros del comité central y su presidencia (buró político).

ENVIADO ESPECIAL

Las divisiones internas en la cúpula del partido parecen insalvables mientras aumenta la tensión en la calle, fruto de un rápido deterioro de la economía yugoslava -con más de un 200% de inflación- y el auge de los enfrentamientos nacionalistas más enconados de los últimos cuarenta años. Suvar hizo un balance demoledor de la situación política y económica y la gestión de las autoridades y pidió el desmantelamiento del monopolio comunista del poder.En su discurso ante el pleno del comité central en la capital yugoslava, Suvar advirtió: "Abandonar el rumbo simbolizado por Tito puede llevarnos a un sistema neoestalinista, de socialismo de Estado y al populismo totalitario".

En clara referencia al líder comunista serbio Slobodan Milosevic, que fomenta manifestaciones nacionalistas serbias contra los albaneses en Kosovo y los líderes federales, Suvar señaló: "No nos llevan a ninguna parte los enfrentamientos sin escrúpulos y lanzar a la calle a la gente: para negar todas las instituciones del sistema".

Acusaciones de populismo

Las acusaciones de populismo a Milosevic fueron continuas ayer. El propio Suvar hizo un paralelismo entre las purgas de cuadros realizadas por Stalin en la URSS y los llamamientos de los seguidores de Milosevic a 1inchar" a altos funcionarios por supuesta corrupción o connivencia con el nacionalismo albanés.Milosevic intervino, a última hora de la tarde, piara asegurar -con su ya proverbial brillantez oratoria- que los serbios no tiene tentaciones hegemónicas sobre otras repúblicas que integran Yugoslavia sitio que quieren poner fin a la expotación de Serbia por parte de los demás. Según afirmó, el problema de Kosovo "hay que resolverlo en cuestión de meses". No dijo cómo.

Stipe Suvar abrió en Belgrado el XVII pleno del Comite Central de la LCY en un marco de máxima tensión por los, enfrentamientos internos en el partido, por las manifestaciones masivas contra la vertiginosa caída del nivel de vida y por graves conflictos nacionalistas.

En la apertura del pleno del máximo órgano del partido entre congresos, numerosas intervenciones fueron extremadamente críticas con la política nacionalista de Milosevic y su estrategia política de convocar a la población serbia a manifestarse contra " el terrorismo albanés y su contrarrevolución" así como contra los líderes federales y los de algunas repúblicas yugoslavas que, en su opinión, no han afrontado con suficiente consecuencia y energía el problema de la provincia autónoma de Kosovo.

Suvar acusó a Milosevic, sin nombrarlo, de violar los estatutos del partido rompiendo el centralismo democrático al arengar a las masas contra decisiones tomadas unánimemente. Mientras dirigentes federales y de otras repúblicas condenaron las manifestaciones, Milosevic anunció que éstas continuarán "mientras el pueblo no consiga sus objetivos", en un claro desafío a la dirección federal del partido.

Milosevic no se ha distanciado explícitamente de aquellos manifestantes que lo veneran como "el nuevo Tito" o el "Gorbachov yugoslavo" y que, al mismo tiempo, piden el empalamiento o la horca para veteranos dirigentes albaneses de Kosovo, algunos corruptos, otros no. Con frases como "no tienen ustedes derecho a seguir en la cúpula con ese pesimismo y ese cansancio", Milosevic ha espoleado a la población serbia en contra de aquellos que supuestamente desangran a esta nación.

Todos los oradores coincidieron en que Yugoslavia se encuentra en la peor crisis de la posguerra y que se halla en juego la supervivencia misma del Estado federativo en su actual composición.

Suvar subrayó que el mayor problema de Yugoslavia actualmente es el foco de inestabilidad que supone esta provincia con una mayoría del 85% de población albanesa. Según dijo, toda Yugoslavia vive bajo el temor de las actividades del nacionalismo y separatismo albanés y del nacionalismo revanchista en otras nacionalidades. "Hay que resolver el trauma de Kosovo".

Suvar insistió en que las minorías radicales albanesas intentan con "métodos fascistoides" hacer de Kosovo una provincia étnicamente pura con el objetivo de desgajar ese territorio serbio de Yugoslavia y unirlo a Albania. "Esto es base de una actividad brutal de las fuerzas organizadas del nacionalismo albanés que recibe apoyo desde el exterior".

En el terreno económico y político Suvar, hizo una auténtica declaración de bancarrota del sistema. Según señaló, si el partido, la clase obrera y la intelectualidad no se unen en Yugoslavia para aplicar las reformas "el socialismo no tiene futuro más que como una sociedad de coerción, anti-intelectual y contra los trabajadores, obtusa y aislada".

Según Suvar, el sistema "ha sido incapaz de realizar el progreso social, quedó objetivamente por debajo de los niveles del capitalismo y dejó a la sociedad en una vía asiática de producción y despotismo social".