Marcelino Camacho: "El Acta- Única es la Europa del gran capital"
PERU EGURBIDE, Marcelino Camacho, presidente de Comisiones Obreras, asegura que este sindicato tiene una vocación europeísta tan firme como su determinación de luchar desde dentro contra el proyecto de mercado interior propuesto por el Acta Unica. "Europa avanza, pero sólo con el pie económico y no con el político-social. No estamos en contra de que se muevan los capitales; estamos en contra de que se muevan los especuladores", añade.
Asegura Camacho que Comisiones Obreras "empieza a tener un criterio sobre el Mercado Común". "Lo más importante es que se internacionaliza la economía, por varias razones, pero sobre todo porque las fuerzas productivas están en lo que denominamos la revolución científico tecnológica"."Luego", prosigue, "decimos lo siguiente: en esa Europa dominada por el gran capital, la explotación de nuevas tecnologías sólo es rentable en grandes espacios, que exigen conexiones incluso con otros ámbitos y mercados más amplios, como es el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica, del Este)".
Inmersos como estamos en una Europa que no es la de los pueblos, ¿qué hacer? Gritar desde fuera no tendría sentido. Hay que estar en ella, pero defendiendo cada tomate, cada gramo de trigo o de acero español".
A partir de ahí, el dirigente sindical comunista inicia una digresión sobre la forma en que el Gobierno "precipitó" el acuerdo con la CE, "porque lo necesitaba para el referéndum de la OTAN", antes de concluir que "las condiciones de ingreso fueron impresentables", y de proponer: "El Reino Unido renegoció (su tratado de adhesión), y nosotros tenemos que renegociar".
"No se trata en absoluto de resistirse a la innovación tecnológica, pero sí hay que ser competitivos. Hay que abrirse al exterior, defendiendo cada pieza de nuestro producto. El Gobierno no ha defendido los intereses nacionales, y el resultado está a la vista. No se trata de potenciar un nacionalismo estrecho, pero tampoco de que seamos un país del Tercer Mundo".
165.000 empleos
Los resultados visibles del ingreso en la CE los resume así Camacho: en 1985 España tuvo un superávit comercial de 290.000 millones de pesetas; en 1986, un déficit de 150.000 millones de pesetas; en 1987, otro déficit de 650.000 millones de pesetas. "A unos cuatro millones de pesetas por puesto de trabajo con tecnología baja, eso quiere decir que el asunto nos cuesta unos 165.000 puestos de trabajo", calcula.
"Ahora nos enteramos de que el Acta única, si no se corrige nos va a costar otros 800.000 puestos de trabajo". "La Europa que se está haciendo es la Europa del gran capital. El Acta Única trata de crear un gran mercado sin trabas para los movimientos de mercancías y dinero, pero no hay más". De esa circunstancia, sigue exponiendo Camacho, "surge el riesgo de dumping social, [de competencia salarial a la baja] para los países del Norte y el riesgo de ser la mano de obra barata para los países del Sur".
Con la mención de este tema el presidente de CC OO inicia un nuevo ataque a la política del Gobierno de González: "No son los salarios los que provocan la inflación, sino el excedente de Iiquidez creado por la especulación", afirma. "Los salarios cada vez condicionan menos el precio de un producto, porque la tecnología pesa más. Están haciendo una política de chantajes y amenazas que no responde a los intereses del país".
Camacho estima que España tiene una prioridad clara: "Hay que invertir en investigación y desarrollo. Nosotros dedicamos a I+D [investigación y desarrollo] el 0,4% del producto interior bruto (PIB). Europa occidental dedica, como media, el 2,5%. En 1984 teníamos 15.000 ingenieros trabajando en I+D; ahora hay 11.500. El gran capital prefiere traer patentes o que vengan las multinacionales".
"Los trabajadores tenemos que reaccionar. En Europa los sindicatos tenemos que unir a los trabajadores, y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) tiene que ser el eje. La CES debe admitir a CC OO, porque hay que sumar fuerzas", concluye.
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