Socialistas y AP discrepan de la propuesta de Pujol de que Cataluña sea una sola provincia

Dirigentes del Partit dels Socialistes (PSC) y de Alianza Popular mostraron ayer públicamente su oposición al proyecto del Gobierno catalán de iniciar los trámites parlamentarios para convertir Cataluña en provincia única, por entender que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, mantiene una línea de actuación política "encaminada a crear elementos de frustración". Después de la aprobación por el Parlamento de Cataluña, la proposición de ley orgánica deberá ser ratificada o rechazada por las Cortes Generales.

El vicepresidente del Grupo Parlamentario del PSC, Lluís Arriet, manifestó ayer que previamente a este proyecto "Cataluña tendría que haber definido las regiones o veguerías [agrupaciones de comarcas] en que debe organizarse la administración de la Generalitat", y aceptó que estas regiones "no tienen por qué coicidir con las provincias". "Se ha empezado la casa por el tejado con una intencionalidad política clara de cargarse las diputaciones y los gobiernos civiles", añadió. Otros portavoces socialistas pidieron que se aproveche la discusión sobre la provincia única para renegociar las leyes de ordenación territorial que crean las nuevas comarcas, vacían de competencias las diputaciones, suprimen el área metropolitana de Barcelona y desarrollan la ley de bases de Régimen Local. Este paquete de cuatro leyes fue aprobado con la oposición socialista.Por su parte el delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí Jusmet, manifestó en Tarragona que el debate sobre la provincia única "es lo suficientemente complicado como para quedarse en la anécdota de que el Consell Executiu haya aprobado el proyecto", y pidió a Pujol que busque el mayor consenso posible y la discusión se realice sin tensiones. Preguntado sobre como se adaptaría la Adminisración periférica del Estado caso de ser aprobada la ley, señala que se articularía en una delegación del Gobierno única, "lo que no impide que se nombren subdelegados por razones de operatividad y para acercar la administración al administrado".

Tanto Iniciativa per Cataluiya -federación equivalente a Izquierda Unida- como Esquera Republicana han mostrado reiteradamente su apoyo a la constitución de Cataluña en proáncia única.

Según las leyes de ordenación territorial aprobadas en abril de 1987, la Administración de Cataluña quedaría organizada en 940 municipios, 41 comarcas y un número todavía no decidido de regiones. Las comarcas son concebidas como organismos de la adrninistración local y las regiones como la división de la Administración periférica de la Generalitat, que ha de emprender su proceso de desconcentración. La pretensión de los diseñadores de este entramado administrativo es que sustituya a la división provincial vigente desde 1833.