Industriales, banqueros, futbolistas y propietarios inmobiliarios nutren la mayor bolsa de fraude fiscal
Industriales, banqueros, futbolistas y propietarios inmobiliarios destacan entre los presuntos implicados en la mayor bolsa de fraude fiscal descubierta hasta el momento, la de las operaciones de seguros con prima única. Pero las fuentes que han revelado la suerte de las primeras investigaciones, según las cuales el fisco podría llegar a recaudar cerca de 500.000 millones de pesetas si se decidiera a realizar un trabajo profundo, apuntan que la inexistencia de orden de servicios prioritarios amenaza con restar efectividad a los trabajos de inspección.
Cataluña, Levante, Madrid, País Vasco, Extremadura y Andalucía son las zonas de España donde las investigaciones realizadas presumen un mayor volumen de operaciones fraudulentas desde el punto de vista fiscal, según las fuentes no oficiales consultadas en Hacienda y en el sector asegurador.No obstante, del billón y medio de pesetas en que se estima el dinero negro canalizado por la banca hacia el sector asegurador desde finales de 1986, cuando se rompió el secreto bancario, Hacienda apenas ha obtenido hasta ahora ingresos significativos.
Los informes que maneja el fisco en el sentido de que un trabajo profundo de inspección podría traducirse en ingresos cercanos a los 500.000 millones de pesetas se basan en que los incrementos no justificados de patrimonio, caso generalizado entre los depósitos bancarios que fueron transformados en seguros de prima única, han de tributar por el tipo máximo del impuesto sobre la renta, que era del 46% en el año 1986, ejercicio tomado inicialmente como base por las inspecciones fiscales iniciadas la pasada primavera.
Desacuerdo en la inspección
Sin embargo, la falta de voluntad de impulsar las investigaciones, atribuida por los medios consultados a los máximos responsables de Hacienda, podría mermar sensiblemente dicha recaudación potencial, según su versión. Como principal problema, apuntan que las investigaciones carecen de coordinación a nivel estatal, además de estar encomendadas a menos de una docena de inspectores en toda España. También señalan que esto y la inexistencia de una orden de servicios prioritarios impiden cerrar actas definitivas de 1986, por lo que algunos de los implicados podrían quedar libres de culpa si llegan a 1991 en estas condiciones. De hecho, desde 1986 se sospechaba que las primas únicas encubrían una gran bolsa de fraude, y hasta el momento Hacienda no ha obligado a cumplir con sus obligaciones a ninguno de los contribuyentes que ocultaron en ella varios cientos de millones. En la propia inspección fiscal se observa descontento con el énfasis dado a la lucha contra el fraude entre los contribuyentes más modestos, como los agricultores, y el desinterés en perseguir a los presuntos grandes defraudadores que utilizaron las primas únicas para eludir sus obligaciones fiscales.El consejo directivo de la asociación profesional de los inspectores de Hacienda recogía hace unos días esta opinión al propugnar una reforma de la inspección que posibilite "la lucha contra las bolsas de fraude fiscal, y no manteniendo sus efectivos inspectores en los sectores más débiles de la sociedad".
De las más de 2.000 personas que se estima podrían ser amenazadas con la cárcel, Hacienda tramita expedientes de delito fiscal para una treintena. Entre ellos figuran principalmente industriales, banqueros, fútbolistas y propietarios inmobiliarios. Pero hasta ahora no ha sido enviado al fiscal ningún expediente. Sólo ha trascendido que en las próximas semanas podría enviarse el primero, el de un jubilado de Palencia que no incluyó en su declaración de la renta de 1986 dos pólizas con prima única por valor de 134 millones de pesetas.
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