España, uno de los 'doce' con menos causas por infracción de las leyes de la CE

IGNACIO CEMBRERO, España ha sido hasta ahora un alumno aventajado de la Comunidad Europea (CE) a la hora de aplicar el derecho comunitario, pero, pasado el período de gracia de sus primeros años de adhesión, corre el riesgo de convertirse en el último de la clase. La Comisión Europea dio ayer a conocer su informe anual sobre el respeto por los Estados miembros de la legislación comunitaria, destinado al Parlamento Europeo. España figura, junto con Portugal, en la cola en cuanto al número de procedimientos de infracción abiertos.

Con 257 casos de infracción instruidos en los dos últimos años, Grecia ha sido el peor discípulo, seguido por Italia con 231 y Francia con 210, mientras entre los Estados miembros veteranos el mejor clasificado es Dinamarca (72) y justo detrás figuran Holanda (95), Luxemburgo (97) y un Reino Unido (98) al que frecuentemente se describe como reacio a doblegarse a las normas comunitarias.El bajo número de infracciones instruidas en España (41) y Portugal (13) se explica, en gran parte, porque los miembros más recientes se benefician de cierta indulgencia, porque ambos gozan también de un período transitorio para adaptarse y porque, sobre todo, no ha dado tiempo en dos años a llevar adelante muchos procedimientos de infracción.

Algunas de las infracciones instruidas han dado rápidos resultados porque la Administración española ha acatado con diligencia las recomendaciones comunitarias. El informe cita casos como la curiosa prohibición de exportar sangría en recipientes con capacidad superior a dos litros, la agilización de la matriculación de vehículos importados de segunda mano o el requisito de la legalización de las facturas comerciales por consulados españoles.Quejas

En el futuro España corre, sin embargo, el riesgo de acabar con más frecuencia en el banquillo de los acusados a juzgar por el impresionante número de quejas y de supuestas prácticas ilegales descubiertas de oficio por los servicios comunitarios en estos dos últimos años. El número de infracciones denunciadas pero aún no instruidas asciende para España a 328, una cifra sólo superada por Francia (414) en la Comunidad.

El desglose de posibles infracciones españolas por sectores coloca en cabeza a los asuntos relacionados con el mercado único, es decir, la libre circulación de personas y mercancías, donde nada menos que 199 quejas -casi la mitad del total de la CE- han sido formuladas contra España, y en segundo lugar figura el medio ambiente.

Siguen en la lista las denuncias de infracción relacionadas con el incumplimiento de directivas y reglamentos agrícolas (30), las referentes a la unión aduanera (30), las que entorpecen la libre competencia (5) y otras vinculadas al incumplimiento, de la legislación laboral y social.

El órgano ejecutivo europeo ha alentado a los particulares a presentar quejas porque considera que éste es el instrumento más directo y eficaz al alcance de los ciudadanos para conseguir la aplicación del derecho comunitario y, aparentemente, su mensaje ha tenido un cierto eco porque el número de denuncias está en constante aumento y alcanzó el año pasado las 850, de las cuales un 18% procedía de España.

acaban en la apertura de un procedimiento de infracción que, tras el envío de una carta de emplazamiento y de un dictamen, puede llevar al Estado miembro ante el Tribunal de Justicia de la CE, pero un número cada vez más reducido de casos llega hasta la instancia jurídica porque muchos se resuelven en camino.