Comedia acertada

Catapultado por su participación en la popular serie televisiva MASH, el actor Alan Alda multiplicó su personalidad como productor, escritor y realizador, reservándose a menudo la parte del león para los protagonismos fílmicos de sus propios proyectos. Una nueva vida supone de nuevo su protagonismo como actor, guionista y director, al igual que en sus anteriores filmes Las cuatro estaciones y Dulce libertad.Como en Dulce libertad, ha vuelto a elegir el género de la comedia, estilo para el que está dotado, cambiando el núcleo argumental. Si antes fue el cine, ahora centra su atención en el matrimonio, paseando su atención por los senderos que alejan y acercan a dicha institución. Y si entonces sobresalía la comicidad en su pulso fílmico, en esta ocasión derrama un realismo agridulce sobre las modas y modos del presente y generosas dosis de amor sobre sus personajes, envueltos en una capa de comprensión que anula la severidad de enjuiciamiento que sus conductas puedan causar.

Este filme recomendable posee elegancia de ejecución y acertados diálogos, y consigue que la sonrisa permanezca casi constante en el espectador. Su ritmo, sin grandes altibajos, se mantiene casi con uniformidad modélica durante toda la narración, aunque amenaza con una caída de tono al anunciarse el desenlace, del que pronto se recupera con suavidad. Y esta es una de sus principales cualidades. La suavidad con que logra mantener el tono elegido.