ETA asesina en Bilbao mediante un coche bomba a un presunto traficante de drogas
Ramón Bañuelos Echevarría, de 30 años de edad, casado y con varios hijos, resultó muerto ayer por la tarde al estallar una bomba oculta bajo el capó de su automóvil, en un atentado presumiblemente perpetrado por la organización terrorista ETA Militar. Bañuelos Echevarría era conocido en el barrio bilbaíno de Txurdinaga, donde tenía su domicilio, como traficante de droga. Había sido detenido en varias ocasiones, según informó el Gobierno Civil. Dos niñas sufrieron heridas leves en el atentado.
La explosión se produjo a las seis menos cuarto de la tarde, cuando Bañuelos Echevarría accionó la llave de arranque de su coche, un Opel Rekord GSL de color gris, matrícula de Bilbao, 4415-AN. El automóvil estaba estacionado en la calle Julian Gayarre, entre los números 43 y 45.Dos niñas de corta edad sufrieron heridas leves a causa de la onda expansiva causada por el artefacto. La explosión también afectó a los coches que estaban aparcados junto al vehículo de la víctima y provocó roturas de cristales en los edificios adyacentes.
La policía acordonó la zona tras el atentado para prevenir otras posibles explosiones y evitar que los familiares se acercaran al lugar de los hechos.
Testigos presenciales de la explosión declararon que la víctima trabajaba como vendedor de ajos, aunque era muy conocido en el barrio por su relación con el tráfico de drogas.
Daniel Vega, gobernador civil de Vizcaya, declaró ayer que posiblemente se trate de un atentado cometido por la organización terrorista ETA dentro de la campaña que desde hace varios meses mantiene contra supuestos traficantes de drogas.
"Todos los datos apuntan a la organización terrorista ETA por las características del atentado", dijo Vega. "Ellos son los jefes, los fiscales y se toman la justicia por su mano". Fuentes del Gobierno Civil de Vizcaya, informaron que Bañuelos Echevarría había estado detenido en varias ocasiones por su presunta implicación en el tráfico de drogas.
Los familiares presentes en el momento de ser extraido el cadáver de Bañuelos Echevarría del coche tuvieron que ser retirados al sufrir un ataque de nervios. La explosión fue de gran violencia y rompió el cadáver en pedazos, que quedaron esparcidos a varios metros del automóvil. Los testigos que reconocieron a Bañuelos como traficante declinaron hacer ninguna otra declaración.
El barrio de Txurdinaga, donde residía el fallecido, es conocido por la presencia de traficantes de drogas, que ha sido denunciada de forma reiterada por los vecinos.
Asociaciones y grupos ciudadanos han expresado en ocasiones su descontento por la falta de vigilancia policial en la zona a pesar de que los camellos, según las denuncias, actúan abiertamente. Grupos de vecinos han llegado a organizar manifestaciones de protestar por la presencia de los traficantes y patrullas de vigilancia nocturna.
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