Entra en vigor la nueva Constitución brasileña
La nueva Constitución brasileña -la octava desde la independencia del país, en 1822- entró en vigencia ayer. En Brasilia, una gran fiesta de tono solemne y oficial, con salvas de cañones y redoble de campanas, marcó el momento en que, teóricamente, el país empezó a ser regido por una nueva Carta.
Sin embargo, buena parte de los 245 artículos de la nueva Constitución, sobre todo en sus puntos más polémicos, exigirá una larga discusión hasta el surgimiento de leyes ordinarias y complementarias para la aplicación del texto.
El eje de esa polémica está en la parte económica, como la imposición de un tope del 12% para los intereses reales, la definición de lo que es empresa de capital nacional o el trato que debe dispensarse al capital extranjero.
Para la población, sin embargo, no hubo fiesta. La nueva Constitución ha sido recibida con una rara mezcla de apatía y dudas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.