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Una ex drogadicta, 'condenada' a rehabilitar toxicómanos

La pesadilía de Josefa Santos empezó hace cinco años con su primer pico de beroina y terminó esta sernana. Entre esas dos fechas, Josefa, de 32 años, cometió varios robos, fue detenida, quedó en libertad provisional, pasó a un centro de drogadictos, se rehabilitó, le ofrecieron empleo en el mismo centro que la había salvado, allí trabajó en favor de quienes son como fue ella, y, cuando ya estaba reintegrada en la sociedad, la lenta burocracia de los tribunales le comunicó que tenía pendiente una condena de 12 meses. El pasado 2 de julio volvía a la cárcel.Ese día comenzaba a cumplir condena por un robo cometido hace cuatro años. Los trámites judiciales no parecían tener en cuenta que Josefa había luchado contra sí misma sin necesidad de aislamiento. La pesadilla ha terminado ahora porque el juez Vicente Cuenca le ha conmutado la prisión y la ha condenado a volver a su trabajo, donde servía como ejemplo a cientos de jóvenes desesperados que buscaban seguir su camino.

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