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Un subcomisario, apartado del servicio por encañonar ebrio a un grupo de jóvenes en el 'metro'

El subcomisario Fernando Calatayud Arinero, de 56 años de edad, ha sido separado del servicio por encañonar a un grupo de jóvenes en la estación del metro de Ventas sin motivos aparentes y en estado de embriaguez. Fuentes policiales reconocieron que el subcomisario abusa de la bebida desde hace tiempo. Fernando Salas, presidente de la Asociación contra la Tortura, deploró ayer la ausencia de medidas del Ministerio del Interior para evitar este tipo de hechos.

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Calatayud, que desde hace cuatro meses desempeñaba el puesto de jefe accidental de la comisaría de Coslada-San Fernando de Henares, llevaba 36 años en el Cuerpo Nacional de Policía.Los hechos sucedieron cuando cinco jóvenes (cuatro chicos y una chica) regresaban en metro a sus domicilios, tras pasar la tarde en el parque del Retiro. En la estación de Ventas, un hombre les dijo al verles: "Os voy a matar", según Gemma Codino Moreno, de 17 años, la única mujer del grupo. Los amigos decidieron no hacer caso al desconocido, pero éste sacó la pistola, les encañonó y dijo: "Como me hagáis enfadar, os vais a enterar".

Al ver el arma, los chicos se asustaron y salieron corriendo, aunque se mantuvieron expectantes para ver el desarrollo de los acontecimientos. Mientras tanto, Gemma se quedó con el subcomisario y le dijo: "¿Quién es usted para amenazarme?", a lo que aquél respondió: "Te voy a matar", siempre según la joven, que asegura que el desconocido no se identificó como policía. En un momento dado, el grupo logró sorprender por la espalda a Calatayud, al que pudo desarmar con ayuda de un vigilante jurado del metro. Avisado el 091, la dotación de un coche patrulla acudió al lugar del incidente y conminó al subcomisario a que depusiera su actitud.

Fuentes policiales indicaron que Calatayud Arinero tiene problemas personales y familiares. Desde hace tiempo solía abusar de las bebidas alcohólicas, aunque hasta ahora no había motivado que se le incoara ningún expediente disciplinario.

Un portavoz policial comentó: "No se puede proceder contra ningún funcionario mientras no incurra en ninguna falta". Restó importancia al incidente por considerar que se trata de un hecho aislado, cometido por un subcomisario que se hallaba en estado de embriaguez.

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Calatayud estuvo la mayor parte de su carrera profesional en la sección de libertad vigilada del Tribunal Tutelar de Menores, departamento que no existe en la actualidad. Durante ese tiempo se ocupó de controlar a los chicos difíciles y jóvenes delincuentes. Sus compañeros aseguran que en esta misión "cumplió a la perfección". Teniendo en cuenta su edad y los años de servicio en el Cuerpo de Policía Nacional, Calatayud Arinero debería haber alcanzado ya la categoría administrativa de comisario principal, que es la máxima existente en la corporación.

El presidente de la Asociación contra la Tortura añadió su preocupación ante la actitud del Ministerio del Interior, "que no comparte las preocupaciones de los ciudadanos y no adopta medidas tajantes para cortar de raíz estas actuaciones abusivas, que alarman a la población y que ya han costado algunas vidas".

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