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Un vuelo para llevar a mamá

Francisco G. Basterra

"Es el vuelo para llevar a la madre", afirma el director de lanzamiento del Discovery, Gene Thomas, explicando que debido a las precauciones tomadas no ha habido ni habrá en el futuro un vuelo del Shuttle más seguro. Pero por si acaso algo falla, por primera vez en la historia del transbordador espacial los astronautas tendrán un sistema de escape de la nave, aunque no serviría para salvarse de una explosión al comenzar el vuelo.Es, un sencillo sistema para escapar del transbordador cuando éste está ascendiendo y aún no ha dejado la atmósfera terrestre. Está previsto para dar una oportunidad a los astronautas, que hasta ahora no contaban ni siquiera con paracaídas para enfrentarse a la pérdida de dos o los tres motores durante el lanzamiento. Se trata en realidad de algo tan sencillo como una barra de deslizamiento de bomberos En caso de emergencia saltaría un portillo en el lado izquierdo del transbordador, extendiéndose una barra telescópica a la que los tripulantes engancharían sus paracaídas, lanzándose al exterior. La barra impediría que chocaran con las alas del Shuffle.

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Esta operación ocurriría a una altura de entre 7,000 y 13.000 metros, cuando los cohetes propulsores y el tanque de combustible ya han caído al mar dejando sola a la nave. Y es necesario que el transbordador esté en un planeo controlado. Los astronautas descenderían en paracaídas amerizando. Este sistema artesanal de escape los obliga por primera vez a llevar unos engorrosos trajes semipresurizados.

Pesan bastante porque llevan reservas de oxígeno, los paracaídas pegados, balsas neumáticas y equipos de supervivencia. Son también una novedad- de color naranja, para facilitar su localización. El sistema, que ha costado 75 millones de dólares, sólo sería activado si el piloto del transbordador piensa que no puede volver a la pista del centro espacial Kennedy planeando. El piloto del Discovery ha dicho que preferiría intentar esta maniobra antes de abandonar con paracaídas la nave. Si el comandante opta por el salto al vacío, el transbordador podría ser abandonado por sus cinco tripulantes en dos minutos, antes de alcanzar los 3.000 metros de altura.

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