Las ganas de Europa
"España tiene menos ganas de defensa europea que de Europa", dijo una influyente funcionaria francesa que participó en un seminario celebrado recientemente en El Paular sobre La seguridad Europea.- una perspectiva hispano-francesa, que concluyó sobre una total indefinición de lo que realmente se quiere. No obstante, Francia y España sí están de acuerdo en algo: la creación de un "pilar europeo simplemente para reforzar la OTAN no es nuestra perspectiva".Este seminario, organizado en España por la Fundación Ortega y Gasset, es una iniciativa del Ministerio de Defensa a raíz de la última. cumbre franco-española.
La Unión Europea Occidental (UEO) puede ser el "lubrificante para no cumplir las condiciones del referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN", señaló el catedrático de Derecho Internacional Antonio Remiro.
Los franceses no sólo presionaron sobre el tema nuclear, sino también sobre la necesidad de que España contribuya a "la defensa de Centroeuropa", "a la defensa de Europa más allá de la zona ibérica". Esto, según un francés, "va por buen camino, pero hay que dar tiempo a que los españoles reestructuren sus fuerzas, pero no a través de una presencia testimonial o simbólica en la RFA. No interesa. No hay que quemar las naves".
Funcionarios españoles hablaron de la necesidad de que España disponga de unas fuerzas de acción rápida, integradas por 40.000 o 50.000 soldados, y que formarían el grueso de un Ejército de Tierra que quedaría claramente reducido. Respecto a la defensa europea, como se señaló, no se sabe si España y Francia buscan lo mismo por distintos medios, o si están de acuerdo sobre los medios, pero no sobre los fines. Algo quedó claro de este debate. En la actualidad no se sabe lo que puede ser una defensa europea común. La perspectiva europeísta, en algunas capitales, aparece como aventurista y peligrosa. Francia, Italia, el Reino Unido y la RFA rechazan desacoplarse de Estados Unidos, y de ahí que Jacques Huntzinger, encargado de Asuntos del Mediterráneo del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, afirmara que "no hay ni voluntad real para un pilar europeo ni enfoque global del pilar europeo".
Huntzinger se declaró en contra de los grandes esquemas sobre defensa europea -todos han fracasdo hasta ahora- y a favor de una política pragmática, de pequeños pasos, "para avanzar en lo que sea posible sin hablar mucho de ello y explotar los márgenes disponibles".
España y Francia están claramente también en disonancia sobre lo que es la percepción del enemigo. Una encuesta de 1987 vino a revelar a los franceses que de los españoles que consideraban a España amenazada, un 49% consideraban que la amenaza potencial es Estados Unidos; un 34%, Marruecos, y un 33%, la URSS. Para Pierre Lellouche, director adjunto del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), la especificidad de España está en "la ignorancia del adversario". Para Huntziger, el Sur no es una amenaza, sino un "desafío".
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