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El estado de Hirohito es casi un secreto imperial

El príncipe heredero de Japón, Akihito, de 54 años, asumió ayer las funciones de regente por decisión del Consejo de Ministros. El estado exacto de la salud de su padre, Hirohito, es casi un secreto imperial, aunque los partes médicos son ya más explícitos. Ayer indicaban que seguía "grave". y no se le habían practicado nuevas transfusiones. Los médicos consideran crucial las próximas horas de la evolución del enfermo, en un preocupante estado de debilidad, aquejado de mala función pancreática y hepática y anemia aguda.

La decisión del Gobierno japonés de nombrar regente al príncipe Akihito, de acuerdo con la Constitución, se hizo a petición de la casa imperial ante la evidencia de que el emperador Hirohito, de 87 años, no puede asumir sus responsabilidades protocolarias.El príncipe Akihito desempeñó ya tales funciones en cuatro ocasiones, la última desde el 22 de septiembre de 1987 -justo hizo ayer un año, cuando su padre sufrió una operación intestinal- hasta el 15 de diciembre último, cuando la recuperación de Hirohito permitió que volviese a ejercer las tareas imperiales. En su calidad de regente, el príncipe Akihito -el primogénito de Hirohito y la emperatriz Nagako, de 85 años- firmó ayer nueve documentos que le presentaba para su ratificación el Gobierno de Noboru Takeshita, así como avaló la concesión de dos condecoraciones con el sello imperial, de color rojo.

La Constitución de noviembre de 1946 -proclamada bajo el protectorado de Estados Unidos, tras la derrota nipona en la II Guerra Mundial- limita los poderes del emperador, aunque continúa ejerciendo, a propuesta del Parlamento, las funciones de jefe de Estado, y como tales el nombramiento del primer ministro, de los miembros del Tribunal Supremo, de enmiendas constitucionales, leyes, disolución de la Cámara de Representantes, proclamación de elecciones generales, confirmación de nombramientos ministeriales y credenciales de embajadores, decretos de amnistía, verificación de documentos diplomáticos, recepción de embajadores y dignatarios extranjeros y otras ceremonias y funciones protocolarias.

Japón ha iniciado ya, en realidad, un trasvase de poderes en la línea tradicional de una de las monarquías más antiguas del mundo, con más de 2.600 años de historia, cuyo 124º emperador es Hirohito.

Aunque los partes médicos difundidos por la Casa Imperial son cada vez algo más explícitos, con datos sobre temperatura, presión sanguínea, pulsaciones y estado general, los medios políticos y periodísticos japoneses continúan interrogándose -a cuatro días de la hemorragia intestinal sufrida en la noche del pasado lunes por Hirohito- sobre el "hermetismo" que rodea la situación del emperador.

La Prensa recuerda que cuando los periodistas acudieron a la residencia del primer ministro Takeshita, para informarse sobre la salud del emperador, en la madrugada del martes, fueron recibidos por un lacónico "no estamos informados de nada y el primer ministro está durmiendo".

Quejas contra palacio

Para el diario Mainichi, los métodos de información de la Casa Imperial no han variado mucho desde la época del anterior emperador, Taisho, el padre de Hirohito, fallecido en diciembre de 1926, cuando los médicos de palacio se limitaban a facilitar dos, escuetos partes -como ahora informando de la temperatura y las pulsaciones del enfermo.

"La situación es estable y la temperatura vuelve casi a la normal", según fuentes de la Casa Imperial. Sin embargo, el jefe del equipo médico, doctor Akira Takagi, no se mostró muy optimista sobre las "posibilidades reales" de que no se reproduzcan nuevas hemorragias. Ayer la temperatura del enfermo volvió a subir a 37 grados, tenía 86 pulsaciones por minuto y una presión sanguínea máxima de 120 y mínima de 68.

En la jornada de ayer, jueves, los médicos han decidido un cambio en la alimentación del emperador, por vía intravenosa, a fin de facilitarle más calorías para combatir la anemia que sufre. El anciano tomó por vía oral una sustancia sólida, dos pequeños cubitos de hielo, por primera vez desde que sufrió la hemorragia el lunes. La alimentación y mediación se le sigue facilitando por vía intravenosa.

Hirohito recibió ayer a Akihito, a quien acompañaba su esposa, la princesa Michiko. Intercambió con ellos algunas palabras, solicitó varios libros y contempló por televisión el torneo nacional de Sumo (lucha libre japonesa). Pese a su estado, fue cambiado ayer de cama y quiso que se le afeitara.

Peregrinaje popular frente al palacio

Unas 23.000 personas desfilaron ayer por los distintos puestos abiertos en el recinto imperial en Tokio y otros 12 puntos repartidos en todo el país. Pese a la jornada lluviosa, acudían gentes de todas las edades para estampar su firma en los libros abiertos para recoger el fervor popular en pro de una recuperación del tenno (equivalente a príncipe celestial) Hirohito."Es nuestro símbolo de Estado y necesitamos que se recupere", dijo una mujer de unos 60 años, con lágrimas en los ojos, frente a las cámaras de televisión.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yoshifumi Masuda, calificó de "ofensiva para el pueblo japonés" los comentarios publicados en los diarios sensacionalistas británicos Daily Star y The Sun, en los que se recordaba el pasado histórico de Hirohito en las campañas militares imperiales de Japón durante la II Guerra Mundial, y se aseguraba que el emperador "tendrá garantizado un lugar en el infierno".

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