El general Saw Maung asume la jefatura del Gobierno en Birmania
El general Saw Maung, que tomó el poder el domingo en Birmania, fue designado ayer primer ministro por los miembros del Gobierno que él mismo nombró el pasado martes. Saw Maung ostenta además las carteras de Defensa y Asuntos Exteriores. Mientras tanto, continúan las manifestaciones contra el régimen militar en las principales ciudades birmanas. Desde el domingo pasado ha habido al menos 161 muertos, según fuentes oriciales (al menos 500, según diplomáticos occidentales).
Considerado como una personalidad cercana al general Ne Win, que controló el poder durante 26 años en Birmania, Saw Maung ha ordenado a sus tropas que se mantengan disciplinadas y no cometan abusos contra la población civil, especialmente contra las mujeres. Un comunicado militar difundido ayer por la radio de Rangún pedía a los soldados que respetasen a las mujeres: "Los hombres de las fuerzas de defensa deben quedar libres de cualquier reproche en sus relaciones con las mujeres. No es necesario que violen la disciplina militar o que se entreguen a actos indecentes. Deben abstenerse de todo abuso de poder y dar prueba de buenos modales con relación a la población civil".Entre tanto, continúan las manifestaciones contra el régimen militar, en las que, según fuentes diplomáticas occidentales, han resultado muertos 500 civiles, mientras las autoridades militares cifran las bajas mortales en 161. Las fuerzas militares han iniciado registros casa por casa en la capital birmana en busca de armas. Esta operación se inició a raíz de que un grupo de estudiantes disparase desde un automóvil contra los soldados que montaban guardia ante el Ayuntamiento de Rangún.
La oposición birmana, por su parte, mantiene las consignas de movilización contra el Ejército que, en su opinión, se ha apoderado del poder para impedir un levantamiento popular.
La radio birmana, con el consentimiento de los militares, volvió a difundir ayer un llamamiento de las altas Instancias budistas a los dirigentes militares y de la oposición para que eviten un enfrentamiento directo y que "acepten un diálogo para negociar la instauración de la democracia".
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