Leguina y Barranco afirman que la carestía de las viviendas está expulsando a los jóvenes de Madrid

El alcalde de Madrid, Juan Barranco, y el presidente regional, Joaquín Leguina, coincidieron ayer en señalar que el importante desembolso económico que supone alquilar o comprar un piso en Madrid es una de las principales causas del descenso demográfico experimentado en la ciudad en los últimos cinco años. El padrón de 1986 muestra que Madrid ha perdido 100.000 habitantes (un 3,2%) respecto al anterior censo municipal, el de 1981. Hay 100.000 jubilados más que hace cinco años, mientras que el número de menores de 15 años ha bajado en 150.000.

Madrid experimentó una explosión demográfica entre 1960 y 1980, pasando de 2.260.000 a 3.200.000 habitantes. Sin embargo, en la presente década ha perdido casi 100.000 vecinos. Se calcula que en 1991 no superará los tres millones.Juan Barranco señaló durante la presentación del padrón de 1986 que no es intrínsecamente malo que la población de la ciudad tienda a estancarse, sino que lo preocupante son las causas de la evolución. El progresivo envejecinúento de la población tiene su origen en el bajón que ha registrado la natalidad y en el movimiento migratorio de las parejas jóvenes hacia las ciudades de la periferia, debido a la dificultad de encontrar un piso en la ciudad adecuado a sus posibilidades económicas.

"Me da miedo", dijo el alcalde, "que Madrid se convierta en una ciudad para ricos. Una ciudad, como París, Viena o Liverpool ahora, envejecida y sin vecinos en el centro urbano, ocupado por oficinas y empresas. Me preocupa que por falta de jóvenes, Madrid acabe siendo un lugar sin inquietud ni capacidad creativa".

El ejemplo de Berlín

Barranco señaló a continuación que en estos momentos los expertos europeos consideran,a Madrid y Berlín como las ciudades más vitales del continente. "El Gobierno de la República Federal de Alemania estimula el asentamiento en Berlín mediante exenciones fiscales a las empresas y la exención de cumplir el servicio militar a los jóvenes que se instalen allí. Nosotros no tenemos potestad para estas cosas, pero intentaremos hacer algo".

Expertos en demografía del Ayuntamiento señalaron ayer que "es triste que los políticos tengan que esperar a los resultados del padrón para percatarse de un problema que ya debían conocer: el envejecimiento de Madrid, con las consecuencias incluso políticas que ello acarrea. Cuantos menos jóvenes, más votos ganan los partidos conservadores".

Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad y experto demógrafo, señaló en este sentido que la demografía es una ciencia que trabaja "lenta, pero inexorablemente". "Los políticos tendemos a acordarnos de ella, como de santa Bárbara, sólamente cuando truena". Subrayó como dato especialmente significativo que la tasa de natalidad en Madrid (1,4%) está cuatro décimas por debajo de la media europea.

Otras conclusiones reveladas por el padrón de 1986, primer trabajo demográfico de carácter censal elaborado por la Comunidad de Madrid, reflejan el aumento de solteros, por retraso en la edad de matrimonio. En 1981 había un 82% de solteros entre 20 y 24 años; en 1986, un 91 %. En las mujeres se pasó del 64% al 79%. Aumenta el número de personas dedicadas al sector terciario, en detrimento del industrial. Se pasa de un 10% a un 17% de personas que estudian y desciende al mismo tiempo el analfabetismo de un 3,4% a un 2%.

Se produce una caída en los niveles de ocupación de los varones, mientras que el porcentaje de mujeres que trabajan aumenta considerablemente (del 28% al 36%).

En la región, Fuenlabrada es la población madrileña que más ha crecido en términos absolutos (42.000 habitantes). En términos relativos, Rivas Vaciamadrid ocupa el primer lugar, con un crecimiento próximo al 800%.