Un asesor de Baby Doc

El general Prosper Avril, de 50 años, vestido con uniforme de campaña, se autoproclamaba en la madrugada de ayer, ante las cámaras de televisión, nuevo presidente de Haití. "Me vi obligado a aceptar el cargo de presidente del Gobierno militar", dijo Avril en presencia de otros oficiales y soldados de la guardia presidencial.El general justificó el golpe de Estado asegurando que "la guardia, cansada de la forma en que el país ha sido gobernado desde febrero de 1986", se había visto obligada a actuar nuevamente. Militar de carrera brillante, cursó estudios en Francia, fue jefe de los leopardos, cuerpo de elite en tiempos de Duvalier, de quien era seguidor reconocido, e incluso asesor militar.

Avril ha sido una figura clave en los Gobiernos militares formados desde que Baby Doc se exilió en febrero de 1986. Anteriormente participó de forma muy activa en las negociaciones que concluyeron con la salida del dictador del país.

Con la caída de Duvalier, pasó a ser asesor de la junta cívico-militar que presidió el ahora depuesto general Henri Namphy, y tuvo que renunciar a su cargo en marzo de ese mismo año por la presión de manifestaciones populares, al considerársele demasiado próximo al ex dictador.

Avril tuvo un papel muy activo en la destitución del presidente civil Leslie Manigat, el pasado mes de junio, ya que condujo a Namphy al palacio presidencial cuando ocupaba la jefatura de la guardia del jefe del Estado.

Los nuevos acontecimientos vividos en Haití ponen en evidencia, una vez más, la fragilidad de su sistema político y social.

El nuevo presidente, en su discurso televisado, dijo que respetará todos los tratados internacionales, las libertades y los derechos humanos. "Respetaremos el diálogo en bien de la reconciliación nacional", dijo, refiriéndose a la propuesta de diálogo efectuada por el dirigente del Comité para el Entendimiento Democrático, el conservador Marc Bazin.