Pleito en Italia sobre la autenticidad de los senos de Sabrina
La ciudad italiana de Génova, célebre entre otras razones por haber dado la partida de nacimiento a famosas actrices exuberantes, será escenario el próximo noviembre de un curioso pleito: serán procesados los senos de Sabrina. Angela Cavagna, que fue su compañera de trabajo hace años en un espectáculo erótico, declaró recientemente que el busto de Sabrina Salerno había sido "inflado artificialmente", y la cantante ha llevado a su ex compañera ante los tribunales.
Sabrina y su ahora acusadora implacable, Angela Cavagna, trabajaron juntas durante un año en el espectáculo erótico Drive in tour. Después se han hecho enemigas acérrimas. Angela, ojos de color carbón, tiene un cierto aire de superioridad ante Sabrina, hija de un carabinero, porque ella sabe tres lenguas y lee a Umberto Eco. Angela dice con sorna que su colega, en una entrevista, confundió a Milan Kundera con un futbolista yugoslavo.Pero lo que ha conducido a las dos ante los jueces han sido las acusaciones de Angela publicadas en el diario Il Lavoro, de Génova, de que los tan famosos pechos de Sabrina son falsos. Y afirma que ha podido comprobarlo trabajando con ella en el mismo camerino.
Sabrina ha citado ante los jueces a su compañera "por difamación", y Angela -quien asegura que, al contrario de lo que ocurre con Sabrina, sus senos sí son verdaderos-, ha aceptado el desafío. Y ha dicho ya que pedirá ante los jueces un careo: las dos desnudas de cintura para arriba, hará que los sesudos magistrados puedan comprobar qué pechos son auténticos y cuáles falsos.
El problema de los jueces, como ha declarado uno de ellos, probablemente con cierto humor, es que para poder juzgar sin peligro de equivocarse deberán "hacer como santo Tomás: tocar para poder creer".
Y por si fuera poco, Angela, que aspira a desbancar a Sabrina del primado de las mejores desproporciones de Italia, ha acusado también a su rival de no saber cantar en directo, y le recuerda que cuando se presentó al primer concurso de belleza nacional fue suspendida al primer asalto. Los defensores de Sabrina y de sus curvas hasta ahora incomparables recuerdan a Angela -que se jacta de haber estudiado danza moderna y canto en la academia de danza clásica Grace Kelly, de Múnich, y de haber perfeccionado su técnica en el Doreen Bird College, de Londres- que también, antes de Sabrina, otros personajes célebres habían sido, como ella, igualmente descartados en los concursos de belleza, como, por ejemplo, Gina Lollobrigida, Claudia Cardinale, Silvana Mangano y Carmen Russo. Pero Angela está dispuesta a dar batalla en todo a su ex compañera de trabajo. Así, incluso afirma que Sabrina se pone medias de color carne para esconder la celulitis y que aprovechará el proceso para que su rival le devuelva sus bragas rojas de seda. "Se las presté", dice, "en el último espectáculo que hicimos juntas y nunca me las ha devuelto".
El proceso, afirman los observadores, promete ser interesante y al último cuchillo.
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