La CE quiere armonizar el IVA pese a la reticencia británica

ENVIADO ESPECIALEl Reino Unido está aislado en su intento de dejar que el mercado armonice la fiscalidad indirecta.

Sus 11 socios comunitarios son a grandes rasgos partidarios de pactar una aproximación de los tipos de IVA y de las accisas o impuestos especiales en la Comunidad Europea (CE).

Ésta es la principal conclusión que emerge de la reunión informal que los ministros de Economía y Hacienda de los doce celebran durante este fin de semana en esta localidad costera de la isla de Creta, en la que España estuvo representada por Carlos Solchaga, al que acompañaron el secretario de Economía, Pedro Pérez Fernández, y el Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, así como sus respectivas esposas que se dedicaron a hacer turismo bajo un sol de justicia.

"La impresión es positiva", declaró Solchaga al término de la reunión. "Si Nigel Lawson (ministro británico de Finanzas) tenía la intención de detener el trabajo no le han salido nada bien las cosas", añadía el ministro. El presidente de la Comisión Europea, el francés Jaeques Delors, compartía este optimismo cuando afirmaba que "la presidencia griega ha conseguido que los 'doce' se acerquen a un consenso" sobre la armonización fiscal.

La creación del mercado único en enero de 1993 supone una desaparición de los controles en las fronteras intra-comunitarias y esto implica a su vez que se aproximen los tipos de IVA y las accisas que gravan el alcohol, el tabaco y los aceites minerales en los "doce". El Ejecutivo europeo propone que sólo subsistan dos tipos de IVA, uno reducido y otro normal que oscilarían, respectivamente, entre el 4% y el 9% y el 14% y el 20%.

En el encuentro informal del lujoso complejo hotelero los ministros encargaron al comisario europeo Lord Cockfield que siga perfilando su plan e incluso decidieron nombrar en cada capital a un interlocutor directo de este miembro británico de la Comisión Europea, que en el caso (le España será el secretario de Estado José Borrell.

Aunque la mayoría de los ministros respaldaron el proyecto de la Comisión casi todos pidieron también en sus intervenciones "flexibilidad en los plazos (le aplicación", dijo Solchaga, "y en las cosas, porque no es necesario armonizar las minucias", añadió su homólogo alemán Gerhard Stoltenberg.

El jefe de la delegación española evocó incluso la posibilidad de que en enero de 1993 no se haya alcanzado todavía el objetivo "pero si se tendrán entonces claras las fechas de cuando se logrará".

A pesar de que desaparecería el tipo de IVA del 33% el plan de Cockfield tendrá en España un cierto efecto inflacionista y supondrá además un aumento de la presión fiscal ligeramente superior al 2%. Solchaga considera 11 soportable" la repercusión que tendrá sobre los precios, aunque teme que la subida del acohol y del tabaco pueda ser excesiva para el consumidor español y ve con buenos que, tal y como lo ha evocado Delors, "se considere la posibilidad de sacarlos de la cesta de la compra" en la que se basa el cálculo del IPC.

Cuando se produzca la armonización la Hacienda española tendrá la opción entre guardarse el aumento de recaudación por IVA y accisas o mantener la presión fiscal al mismo nivel compensando el incremento de los impuestos indirectos con una reducción de los directos sobre la renta.

Preguntado por sus preferencias Solchaga dijo que en un país corno España con déficit público prefería "mezclar ambas opciones" aunque recordó que no era muy favorable a disminuir el IRPF porque "este impuesto es mas justo al obligar a pagar más a los que más ingresan".