Un ministro sospechó hace unos meses que su teléfono estaba intervenido

Un ministro del actual Gobierno observó anomalías en su teléfono hace pocos meses y pidió la revisión del mismo ante la posibilidad de que hubiera sido víctima de un pinchazo. Los servicios técnicos de su departamento, a los que se dirigió en primer lugar, le confirmaron que, efectivamente, había muestras de que la línea podía estar intervenida. El ministro pidió entonces una revisión por técnicos de la Compañía Telefónica, que, tras las comprobaciones correspondientes, descartaron una escucha clandestina, y atribuyeron las anomalías observadas a una simple avería.

Esta historia fue relatada ayer por la portavoz del Gobierno, Rosa Conde, tras la reunión del Consejo de Ministros. La portavoz no reveló de qué ministro se trataba, ni tampoco lo hicieron las fuentes de la Compañía Telefónica consultadas por este periódico, que confirmaron la revisión del teléfono de un miembro del Gobierno "hace algunos meses". Según estas fuentes, las anomalías se debían a un charco de humedad, que afectaba a un cable de la red.Rosa Conde reiteró el interés del Gobierno en que se aclaren las denuncias sobre escuchas ilegales, y atribuyó al jefe del Ejecutivo, Felipe González, la iniciativa de haber puesto en marcha las investigaciones de la Fiscalía del Estado y de la Compañía Telefónica sobre las presuntas escuchas reflejadas en el reportaje de Tiempo.

La portavoz y el secretario de Organización del PSOE Txiki Benegas, realizaron sendas declaraciones en las que lamentaron que Adolfo Suárez hubiera esperado cinco días para denunciar al juez el presunto pinchazo de su teléfono. Otros afectados tardaron aún más tiempo, "lo cual puede dejar un margen de duda sobre la fiabilidad de la investigación" según la portavoz, ya que los autores de estos supuestos hechos tuvieron tiempo de borrar las huellas.

La portavoz agregó que todas las inspecciones realizadas por la Telefónica han resultado negativas, como reflejan las actas notariales.

A juzgar por el contenido de los actas levantados en CC 00 y en el PCE, que obran en poder de este periódico, los documentos notariales a los que se da tanta importancia consisten en una mera descripción de las verificaciones efectuadas por técnicos de Telefónica y de su resultado.

El acta correspondiente a la la sede de Comisiones Obreras reproduce el informe verbal de un jefe de negociado de la Telefónica, Juan Carlos Arango, quien, al frente de cuatro técnicos, no observó anomalía de ningún tipo en el teléfono del secretario general, Antonio Gutiérrez, "que fue el único analizado" en CC 00.

"Acto seguido", prosigue el notario, "nos trasladamos a la central de Telefónica situada en la calle Zurbarán número 12 de Madrid, donde el equipo técnico quería efectuar pruebas en vertical y horizontal relativas al mismo número de teléfono comprobándose ( ... ) que estaba conectado, limpio el puente y no manipulado, y por tanto sin que observara ninguna anomalía".

El mismo notario y el mismo equipo marcharon después al PCE, donde revisaron los teléfonos correspondientes a la oficina del secretario general. El resultado fue idéntico: ninguna anomalía.

Según fuentes del PCE, la Compañía Telefónica revisó los teléfonos del actual secretario general del partido, Julio Anguita, en vez de la línea particular de Gerardo Iglesias, que es la que había sido denunciada en el reportaje del semanario Tiempo. Técnicos de este último, junto con los de Telefónica, debían haber realizado ayer nuevas inspecciones conjuntas de los teléfonos afectados, pero las verificaciones fueron aplazadas hasta el lunes

Ataques políticos

Por otra parte, el secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, sugirió ayer que el CDS había "montado" el escándalo de las escuchas. "Tenemos la impresión". declaró, "de que un partido que no tenía nada que decir en Pisa ha aprovechado para organizar un escándalo de supuestos pinchazos". Y expresó su preocupación por el hecho de que Suárez "insista, sin pruebas, en que su teléfono ha sido intervenido".Agustín Rodríguez Sahagún, portavoz del CDS en el Congreso, reaccionó inmediatamente. Calificó la declaración del dirigente socialista como "el simple eco de la voz de su amo" y agregó que el PSOE está nervioso "ante el crecimiento electoral del CDS".