_
_
_
_

Los autobuses escolares suben hasta el 84% la saturación del tráfico en las calles madrileñas

Jorge A. Rodríguez

Los conductores tuvieron que soportar ayer los niveles más altos de saturación de las calles en este mes de septiembre. Unos 1.250 autobuses escolares fueron la causa principal de que durante la hora punta del mediodía se registrara hasta un 84% de ocupación de las vías de la ciudad por los automóviles y de que se produjeran retenciones generalizadas en las cercanías de los colegios. Varias obras en puntos clave del sistema viario y dos accidentes en la M-3O contribuyeron a agravar aún más la difícil situación del tráfico.

Más información
Un regreso peligroso.

A pesar de todo, el día empezó con buen pie, ya que durante la primera hora punta de la mañana (entre las 7.30 y las 10.00 horas) el tráfico fue fluido en líneas generales. La cota máxima de saturación en este tiempo fue del 76%, porcentaje considerado "habitual" por los responsables del tráfico en la ciudad.No obstante, a esas mismas horas hubo fuertes retenciones en las glorietas de Cuatro Caminos, de Atocha y de la Cibeles. También hubo problemas en las calles de O'Donnell, de Alcalá, de Arturo Soria y de la Princesa. Un portavoz de la sala municipal de Control de Tráfico manifestó cierta sorpresa ante la poca incidencia de los autobuses escolares en los problemas de circulación: "La verdad", señaló, "es que nos esperábamos mayores conflictos con la llegada a las calles de los autobuses escolares".

A mediodía, la presencia en las calles del transporte escolar, con unos 1.250 autobuses según cifras estimativas, y de los padres que utilizan el coche particular para recoger a sus hijos en el colegio se dejó sentir intensamente. Unos 60.000 escolares terminaron las clases a las 13.00 horas y justo desde ese momento se produjeron las mayores retenciones.

Atascos intensos

A las 13.00 las calles de la ciudad registraron un nivel de saturación de un 82% y a las 13.30 se alcanzó el nivel máximo del día, un 84%. Los atascos fueron especialmente intensos en los distritos de Centro, Chamberí y Salamanca. El paseo de la Castellana, los bulevares de Alonso Martínez y Bilbao y las calles de Gran Vía, Alcalá y Princesa fueron casi impracticables.Un portavoz de la Policía Municipal aseguró que la presencia de los autobuses escolares y de los coches aparcados en segunda y tercera fila embotellaron muchas calles de la ciudad: "En las calles más pequeñas" dijo, "es donde más se ha sentido el aparcamiento en doble fila, ya que en las grandes no pueden hacerlo con tanta facilidad porque están muy vigiladas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Dos accidentes que se produjeron sobre esas mismas hora en la M-30 y que ocasionaron grandes colas de vehículos, hicieron que el tránsito por la ciudad fuera todavía más trabajoso. El más grave de ellos ocurrió sobre las 12.00 a la altura del puente de Ramón y Cajal, en dirección a la carretera de Burgos. Dos personas resultaron heridas y la autovía permaneció cerrada hasta que los servicios de limpieza del Ayuntamiento quitaron el aceite derramado sobre el asfalto.

Los bomberos también tuvieron que intervenir durante varios minutos para separar un turismo que se había empotrado en un camión, y con ello las colas de vehículos se hicieron todavía más largas. Simultáneamente se producía otro accidente, aunquede menor gravedad, en la misma autovía, a la altura de la confluencia con la Nacional-III (Madrid-La Jonquera).

Las obras que se están realizando en varias calles principales de la ciudad pusieron su granito de arena al conflicto del tráfico. En la actualidad hay obras abiertas en calles como la de San Bernardo en dirección a Gran Vía, Serrano a la altura de la plaza de la República Argentina, Raimundo Fernandez Villaverde, y en algunos tramos de los carriles laterales de la Castellana.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_