Un cuñado de la mujer estrangulada en Canillas, detenido como presunto autor del homicidio

La policía madrileña ha detenido a un hombre, cuñado de María del Pilar Villares Barroso, como presunto autor del asesinato de ésta, causado mediante estrangulamiento, según indicaron fuentes próximas a la familia.

La víctima, de 39 años de edad, fue encontrada muerta el pasado viernes en su domicilio de la finca número 8 de la calle de Tribaldos, en el barrio de Canillas (ver EL PAÍS de 11 de septiembre).

Gabriel Martín Sánchez, marido de María del Pilar Villares, fue quien la halló sin vida sobre las tres de la tarde del pasado viernes en la habitación que habitualmente ocupaba uno de sus dos hijos. El cadáver tenía arrollado al cuello un grueso cable eléctrico, con el que el homicida le causó la asfixia por estrangulamiento, según confirmó posteriormente la autopsia realizada por el médico forense.

En los primeros momentos se llegó a pensar que María del Pilar Villares se había quitado la vida, pero una segunda inspección ocular realizada por los inspectores del Grupo de Homicidios determinó que había sido asesinada.

La víctima, casada con el director de una oficina del Banco de Sabadell, no abría nunca la puerta de su piso a ninguna persona extraña, por lo que todos los indicios hicieron pensar en la posibilidad de que el agresor era alguien conocido de ella.

Todas las investigaciones se centraron en el entorno familiar de la víctima. La policía descartó que el móvil del crimen fuese el robo, pese a que sobre una de las camas de la vivienda fue hallado un pequeño joyero vacío y varios cajones revueltos. Al parecer, el agresor hizo este montaje para encrubrir las verdaderas motivaciones de su acción.

Taxista

Aunque la Jefatura Superior de Policía de Madrid no facilitó ayer ninguna información sobre la resolución de este caso, este periódico ha sabido que el detenido es un taxista, casado con una hermana mayor de María del Pilar Villares. En poder del detenido, cuya identidad no ha sido facilitada, han sido hallados algunos objetos pertenecientes a su cuñada, lo que parece confirmar su presunta implicación en el homicidio.Dado el hermetismo policial que rodea las investigaciones, no ha sido posible determinar las circunstancias en que se produjo el estrangulamiento de la víctima. Sin embargo, los diversos indicios hacen pensar que el homicida atacó a la mujer por sorpresa, sin darle ninguna posibilidad de defensa.

El cadáver de María del Pilar Villares no presentaba lesiones propias de haberse defendido o de haber mantenido un forcejeo con su agresor. Tan sólo pudo hacer un desesperado intento por librarse del cable que oprimía su garganta e involuntariamente se causó unos arañazos en el cuello.

Los vecinos de María del Pilar Villares aseguran que el día del crimen no escucharon gritos ni ruidos procedentes de su vivienda, por lo que creen que ésta fue atacada sin que entre ella y su agresor mediara discusión.