Metro afirma que no volverán a abrirse en marcha las puertas de los trenes de la línea 5
La dirección de la Compañía Metropolitano considera que no hay probabilidad de que se produzcan nuevas incidencias en la línea 5 de metro, Canillejas-Aluche, cuyos trenes han sufrido varias veces en las últimas semanas la apertura incontrolada de puertas. A pesar de ello, y para lograr una mayor seguridad, serán sustituidos los pulsadores de apertura y cierre de puertas de los trenes que circulan por esta línea, en la que viajan a diario 350.000 personas. El comité de empresa dijo ayer que en caso de un nuevo incidente pedirá la retirada de los trenes, que ha sido solicitada ya por los representantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
El pasado 24 de agosto las puertas de un tren que circulaba por la línea 5 a una velocidad de 40 kilómetros por hora se abrieron inesperadamente, ante la sorpresa de los usuarios. Al día siguiente el hecho volvió a producirse. Las averías originaron la protesta de los representantes de los trabajadores y la apertura de una investigación. El último incidente se produjo el pasado día 30, cuando volvieron a abrirse las puertas de otro tren cuando salía de la estación de El Carmen, en la misma línea de metro.Para Federico de la Lastra, subdirector de explotación de la Compañía Metropolitano, estos incidentes han estado motivados por dos averías diferentes. Según el subdirector, el pasado mes de julio terminó la reforma de los circuitos de puertas de los casi 200 coches de la serie 1.000, que es la utilizada en la línea 5. La apertura de las puertas de los trenes en marcha se debió, según De la Lastra, a "un efecto no deseado" causado por el cableado instalado en 1984 sobre el circuito reformado este año. "Este defecto sólo afectó a dos unidades (cuatro coches) y fue subsanado con la sustitución del cableado".
Respecto de la apertura de puertas ocurrida el pasado día 30 "a tren parado" -el que va a menos de seis kilómetros por hora-, se ha achacado a defectos en los pulsadores de puertas, que se van a cambiar.
Diego García, secretario del comité de empresa, manifestó que se han puesto los hechos en conocimiento del comité de seguridad e higiene y han indicado a la dirección que en caso de que se produzca una nueva avería solicitarán la retirada de los coches. "Lo principal es la seguridad de los usuarios y trabajadores. Según la dirección, hay garantías suficientes de que no se van a volver a abrir las puertas".
La situación no está tan clara para Manuel Fernández, secretario de la sección sindical de CNT, quien ayer afirmó que la compañía desconoce realmente la causa de la avería. "Los circuitos están hechos polvo", manifestó Fernández, "lo que obliga a los conductores a realizar extrañas maniobras. Aun en el caso de que el elemento causante de la apertura fuera el pulsador, el proceso de sustitución durará cerca de dos meses, tiempo durante el que se pueden repetir las averías. Creemos, por tanto, que lo mejor sería sustituir los coches de la serie 1.000 por otros de la serie 2.000, más modernos".
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