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Pleno de los comunistas polacos para afrontar la crisis

El Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) ha convocado para este fin de semana un pleno extraordinario de su comité central ante la crítica situación creada por la nueva oleada de huelgas. Ayer se perfiló el primer intento de mediación entre las autoridades y el líder del sindicato ilegal Solidaridad, Lech Walesa. El Gobierno ha rechazado el diálogo directo con Walesa mientras se mantengan las protestas laborales. El líder sindical, por su parte, se ha declarado partidario de las reformas económicas, pero las ha calificado de inviables sin pluralismo sindical.

El intelectual católico Andrzej Stelmachowski, hombre de confianza del cardenal primado Jozef Glemp, viajó a Gdansk para entrevistarse con Walesa después de haberse entrevistado en Varsovia con altos dirigentes del partido. Walesa está encerrado con los huelguistas del astillero Lenin.En los astilleros de Gdansk, parte de los trabajadores que ocupan el recinto construyen un buque para la Unión Soviética en cuyo casco han desplegado pancartas en las que se puede leer "trabajamos con permiso expreso del comité de huelga" y "Solidaridad apoya la glasnost". Los medios oficiales destacan las críticas del portavoz del Gobierno soviético Guenadi Guerasimov a los huelguistas polacos.

También subrayan los temores, expresados tanto en medios occidentales como orientales, a que una nueva crisis polaca ponga en peligro todo el proceso de liberalización y reforma en la comunidad socialista y provoque nuevas tensiones entre los bloques.

Ayer proliferaron las informaciones contradictorias sobre el alcance de las huelgas. En algunas minas de Silesia están en huelga unos turnos y otros no parece, sin embargo, confirmarse que, aunque algunos conflictos se han endurecido, las protestas han dejado de extenderse y en varios pozos se ha vuelto al trabajo.

El régimen parece contar con sofocar las huelgas antes del pleno del comité central para no tener que tomar decisiones bajo la "amenaza de la pistola de las huelgas". Los huelguistas en algunas minas han depuesto su actitud ante la amenaza de uso de la fuerza policial y a la espera de que se produzcan cambios políticos reales e inmediatos.

Los medios oficiales destacaban ayer el fin de las protestas en algunas minas y responsabilizaban a "minorías irresponsables" de su prolongación en otras en contra de la opinión mayoritaria. Prensa y radio acusaron a los huelguistas de causar daños irreparables a la economía nacional.

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Grave peligro de explosión

También anunciaron un grave peligro de explosión en una de las minas y posibles accidentes en otras por el deterioro de las galerías. Todas estas informaciones parecen indicar que se producirán nuevas intervenciones policiales para desalojar a los huelguistas y evitar daños mayores, si no surten efecto los llamamientos a reanudar el trabajo.En Varsovia se reforzaban ayer los indicios de que la dirección del partido tiende a responsabilizar al Gobierno de la nueva crisis. "El ambiente en el partido es muy antigubernamental", manifestó un alto funcionario comunista a este periódico. No quiso, sin embargo, citar nombres de las eventuales víctimas de la crisis. Existe en todo caso la convicción de que el jefe del Estado y del partido, Wejciech Jaruzelski, debe realizar un gran gesto político con urgencia.

Se espera con gran expectación la homilía que hoy pronunciará el cardenal primado Glemp en el santuario de Jasna Gora con motivo de la peregrinación a la Virgen de Cestochowa. El Buró Político del POUP había hecho el miércoles un claro llamamiento a la Iglesia a utilizar su influencia para restaurar la paz social.

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