Los controladores catalanes y de Gran Canaria aceptan el acuerdo con la Administración y desconvocan la huelga

La asamblea de los controladores aéreos catalanes acordó ayer desconvocar la huelga prevista para Jas días 27 y 30 de agosto y 3 de septiembre por una mayoría "no muy amplia", según un portavoz del comité de huelga. Por su parte, los controladores del aeropuerto de Gando (Gran Canaria) desconvocaron los paros por mayoría absoluta, mientras en Tenerife la asamblea se celebrará el lunes. El preacuerdo con la Administración que ha posibilitado las desconvocatorias establece aumentos retributivos e igualación salarial de los controladores, y éstos renuncian a convocar huelgas durante dos años.

La asamblea de los controladores catalanes desconvocó la huelga que afectaba a los aeropuertos de Barcelona, Reus (Tarragona), Sabadell (Barcelona) y Gerona. Los controladores calificaron de "pobre e insuficiente" la oferta de la Administración, pero optaron por la desconvocatoría "por sensatez, porque somos conscientes de los problemas, que podría causar, y porque, por vez primera, el ministerio ha aceptado tratar seriamente el problema", según Teresa Giménez, miembro del comité ejecutivo de la asociación de controladores catalanes (ASCAP)."La oferta de la Administración no ha convencido a nadie", afirmó Teresa Giménez. Para los controladores, el único punto aceptable fue la corrección de la desigualdad retributiva que había hasta ahora. Éstos creen, en cambio, que el ministerio no ha querido tratar, los problemas de fondo de falta de personal y necesidad de mejoras técnicas en los equipos de control. "No ha habido ninguna oferta concreta, ningún plan ni ningún plazo".

Los controladores aéreos se comprometieron en la madrugada del sábado a mantener "la paz social" diarante al menos dos años como contrapartida a los aumentos salariales que han obtenido de la Administración. El acuerdo, pendiente de la ratificación de las asambleas de Baleares y Tenerife, contempla la igualación retributiva de este colectivo (940 controladores en total) y la duplicación de las primas de productividad que éstos perciben. Los controladores de Zaragoza ya han ratificado el acuerdo y se espera que los demás también lo hagan.

Juan María García Gil, presidente de la Asociación de Controladores Catalanes (ASCAC) y miembro del comité de huelga, declaró al finalizar la reunión con la Administración, pasadas las 2.30 de la madrugada del sábado, que los controladores deseaban "una paz bastante duradera, por dos años o más".

Desigualdad

La desigualdad de las retribuciones es el problema más antiguo. 106 controladores, de un colectivo de 940 trabajadores, cobran gratificaciones especiales que se remontan a los años en los que formaban parte de la Administración militar.A partir del 1 de enero, según acordaron ayer el comité de huelga y representantes del Gobierno, se dotarán las partidas presupuestarias necesarias para esta homogeneización así como para cubrir el aumento de las primas de productividad.

Aunque los problemas retributivos fueron el eje central de la negociación y del acuerdo también se decidió estudiar una ampliación de plantillas durante los próximos dos años -podrían incorporarse un centenar de controladores más-, revisar el reglamento del cuerpo y, más a corto plazo, enviar a dos controladores de la torre de Barcelona a Gerona en verano.

El salario de los controladores aéreos oscila, hasta el momento, entre las 140.000 y las 220.000 pesetas. Son funciona rios del Estado y titulados de grado medio que, además, han pasado dos años en una escuela especial. El incremento salarial que supone el acuerdo aún no ha sido calculado. "La cuantificación exacta es algo que tendremos que desarrollar", declaró el subsecretario de Transportes, Pérez Touriño, al concluir las negociaciones. Horas antes había calificado como "fuera de lugar" la cifra, de unas 100.000 pesetas de aumento lineal, que se había barajado. El director general de Aviación Civil, Manuel Mederos, fue una de las primeras personas en lanzar esa cifra.

Dos temas retrasaron el acuerdo: el intento de que la igualación retributiva fuera retroactiva y la medición de la productividad.