Okun: "'El acercamiento EE UU-URSS permite que la ONU funcione"

Herbert Okun, de 58 años, hombre de confianza del embajador norteamericano en la ONU, Vernon Walters, declaró a EL PAÍS que "el buen estado de las relaciones entre EE UU y la URSS permite que la ONU funcione". El diplomático estadounidense destacó "el papel fundamental de Javier Pérez de Cuéllar en el logro de un acuerdo en el conflicto irano-iraquí". El número dos estadounidense en la ONU efectúa una gira por varias capitales europeas -entre ellas Madrid- para tratar sobre temas deI organismo internacional.

Pregunta. Después del éxito diplomático de la ONU para lograr un acuerdo entre Irán e Irak, ¿hay proyectos del organismo para mediar en otros conflictos?Respuesta. Esperarnos que los acuerdos entre Irán e Irak resulten un éxito, pero quedan aún muchos conflictos por resolver, donde tienen mucho que ver determinados países más que la ONU. Es el caso de Afganistán, donde las tropas soviéticas se están retirando; parece que hay un buen ambiente para, la paz en África austral, y hay conversaciones sobre Camboya. En todos estos casos y algunos más, la ONU, y de forma especial su Consejo de Seguridad, está trabajando paralelamente a las reuniones bilaterales.

P. Ha influido el buen estado de las relaciones entre Estados Unidos y la URSS en los éxitos diplomáticos de la ONU y su Consejo de Seguridad?

R. Sin duda. Esta, mejora de las relaciones ha permitido que la ONU funcione y podamos profundizar en la cooperación entre los dos países. Desde nuestro punto de vista, esto ha sido posible gracias a la política de EE UU en sus relaciones con Moscú, que ha sabido combinar la firmeza con el diálogo. Una doble corriente que no ha sido sólo para las relaciones bilaterales, sino en otros aspectos, como en el golfo Pérsico, donde hemos utilizado, junto con algunos aliados, nuestra fuerza naval, pero de forma pacífica, para escoltar a buques mercantes, unido a nuestra postura en el Consejo de Seguridad, que aprobó la resolución 598 sobre el alto el fuego.

P. ¿Cuál ha sido la clave para el acuerdo entre Irán e Irak?

R. No hubo una clave, sino varios factores. En primer lugar, la situación en el campo de batalla, con la gran cantidad de muertes. Luego, el estancamiento político y militar, y, en fin, la presión de la comunidad internacional, que se reflejó en la resolución 598 de la ONU, con un doble objetivo: buscar el fin de la guerra y hacerlo de forma equilibrada. Nosotros, los norteamericanos, deseábamos que no hubiera vencedores ni vencidos.

P. ¿Qué porcentaje del éxito de esta iniciativa de paz le corresponde al secretario general, Pérez de Cuéllar?

R. Muy grande. Su papel es fundamental desde el comienzo de la guerra. En un primer momento, cuando nombró a un representante especial, el fallecido Olof Palme. Y después, su iniciativa histórica de solicitar a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que redactasen una resolución con un mandato para poner fin a una guerra.. Esto, es la primera vez que ha ocurrido en la historia.

Mediación improbable

P. ¿Qué posibilidades ve para una intervención directa de la ONU en el conflicto centroamericano?

R. No veo muchas posibilidades para una mediación de ese tipo, porque nadie ha solicitado esa mediación.

P. ¿Cuál es su opinión, como miembro norteamericana en la ONU, sobre tres problemas coloniales vinculados al mundo hispano: Gibraltar, Malvinas y el Sáhara?

R. En los tres casos mencionados esperamos que las partes implicadas resuelvan entre ellas sus problemas. EE UU mantiene: buenas relaciones con todas esas; partes, y en el caso de que alguna de ellas recurriese a la ONU, nosotros trataríamos de ayudar. Respecto al Sáhara, el secretario general ya ha iniciado los contactos con las partes en litigio.

P. La ONU parece una simple mediadora en los conflictos. ¿Estos últimos éxitos podrían darle un función más preventiva?

R. Tal vez esto exigiría una respuesta filosófica. La prevención depende de que las naciones se convenzan que los problemas no se resuelven a tiros.